El típex, el periscopio o el limpiaparabrisas y otros inventos fueron ideas de mujeres

En las historias en las que se destacan inventos e inventores, habitualmente se deja en un segundo plano algunos de aquellos avances u objetos que mejoran y mucho nuestra cotidianidad que fueron ingeniados y desarrollados por mujeres. O sí se menciona lo que aportó ese invento a la humanidad, sin destacar que la persona que estaba detrás de ese progreso era una mujer. Aquí va una lista de algunas de esas precursoras y sus logros.

El típex

Antes de la llegada del ordenador a nuestras vidas, usábamos casi cada día lo que inventó una secretaria que intentaba ocultar sus errores como mecanógrafa. Fue exactamente en 1956 cuando Bette Nesmith dio con una  mezcla de agua y pintura blanca, preludio del producto que patentó dos años más tarde. Curiosamente IBM rechazó comercializarlo, error que no cometió Gillette, que compró la empresa por 47,5 millones de dólares.

El periscopio

En este caso fue Sarah Mather quien, en 1845, logró gracias a un tubo con una lámpara unida al extremo logró ver objetos bajo el agua, proporcionando a los barcos de la época inspeccionar las profundidades del océano o, mejor aún si se trata de buques con intenciones bélicas, saber la posición de los enemigos.

Envasado al vacío

La industria alimentaria le debe a la poeta estadounidense Amanda Theodosia Jones este invento de 1872 que ayudó muchísimo al progreso de la propia industria. El método implicaba la extracción del aire de los envases y su sustitución por un líquido, lo que impedía la oxidación del producto que se quería preservar.

El limpiaparabrisas

Nevaba mucho el día en que Mary Anderson, una promotora inmobiliaria y viticultora estadounidense, se fijó en la dificultad de los coches para tratar de conducir bajo aquel mal tiempo, obligando incluso a más de un conductor a bajarse del vehículo para poder reemprender la ruta. Anderson diseñó una palanca que, desde el interior del vehículo, controlaba un brazo equipado con una escobilla de goma. Gracias a ella y a partir de 1916 todos somos ya capaces de conducir bajo cualquier inclemencia del tiempo. 

El pañal desechable

Fue Marion Donovan quien aportó a la vida de los padres y madres con bebés recién nacidos una cubierta para el pañal que lograba lo más importante: que el bebé esté seco. Era arquitecta y no se confomó con los pañales desechables, sino que patentó otras 20 cosas, como el hilo dental.

La jeringuilla

En este caso fue el mundo de la medicina el que salió beneficiado del invento de Letitia Geer, una enfermera estadounidense que patentó su invento en 1896 afirmando que era un artefacto simple, barato y que, gracias a su tesón, se podía usar con una sola mano, cuando hasta entonces la herramienta con la que se inyectaba a los pacientes eran muy rudimentarias y se necesitaban dos personas para usarla.

El cubo de basura con pedales

La ingeniera industrial y sicóloga Lillian Moller dedicó gran parte de su vida a buscar soluciones para el hogar o los puestos de trabajo. Una de sus grandes aportaciones fue el cubo de basura que actualmente usamos sin necesidad de utilizar las manos.