Santi Millán lidera el nuevo 'CQC': “La visión progresista siempre tiene más sentido autocrítico que la reaccionaria”

Santi Millán lidera el nuevo 'Caiga Quien Caiga' de Telecinco

Marcos Méndez

18 de enero de 2025 19:45 h

“Tenemos que estar a la altura de las expectativas, y yo creo que tenemos mimbres”. Tras quince años fuera de la televisión desde que acabó su última etapa en Cuatro en 2010, Caiga Quien Caiga vuelve este domingo 19 de enero (22:00 horas) a Telecinco, y desde su presentación todos saben que la versión original es una mochila pesada. Pero Santi Millán confía en que el buen recuerdo del programa reme a favor: “Hoy en día, en la televisión que tenemos, es un lujo poder tener CQC en una cadena en abierto”.

El presentador principal de la nueva versión del formato, al que acompañan en plató Lorena Castell y Pablo González Batista, habla con verTele y el resto de periodistas antes del lanzamiento, y valora que “cada vez nos hace falta más sentido del humor”, un espacio en el que encaja perfectamente el Caiga: “Empezamos riéndonos de nosotros mismos. Y eso, quieras o no, te da licencia a poderte meter con el otro”, bromea Millán.

El presentador celebra poder “aportar algo a la bella historia” del mítico formato, y cómo enlaza con su manera de pensar: “Mi forma de ver la vida, mi línea editorial, encaja muy bien con la línea editorial que tiene el programa”. De hecho, no tiene reparo en explicar la suya: “Yo tengo mis opiniones, y está claro que mi visión es más progresista que reaccionaria, por supuesto. Además porque yo creo que la visión progresista siempre tiene más sentido autocrítico que la reaccionaria”.

En esta entrevista también charlamos con Santi Millán sobre las audiencias y cómo tanto David Broncano como Pablo Motos “lo están petando”, o de qué actitud tienen los políticos al ver acercarse a un reportero o reportera con el traje y las gafas de CQC: “Ellos tienen que medir mucho lo que dicen porque después vosotros sois muy hijos de puta y le dais la vuelta”.

¿Cómo te llegó la posibilidad de presentar el nuevo CQC? ¿Te lo ofrecieron?

Sí, me lo ofrecieron ellos. Pero porque yo no sabía que se estaba gestando, sino igual también lo hubiera dicho yo [risas]. Me lo ofrecieron ellos cuando vieron que ni Pablo Carbonell, ni Wyoming, ni Arturo Valls, ni demás podían… y ya dijeron: 'Hostia, ¿ahora qué hacemos?'. Y dijeron: 'Pues venga, llamamos a Santi, a ver si cuela' [risas]. Nah, un poco más en serio, la verdad es que muy contento y orgulloso de poder formar parte de esto.

¿Qué recuerdos tienes del formato? ¿Lo veías?

Esto al final es como los amores, con el tiempo solo recuerdas lo bueno. Yo estoy convencido que si revisitas el Caiga Quien Caiga, pues era un programa mítico, y con cosas buenísimas, y después había cosas que no eran tan buenas, incluso había cosas que eran malas. Pero el tiempo destila todo eso y al final te quedas con esa esencia, con esos buenos recuerdos. Y yo creo que eso es de puta madre, porque la gente cuando ve CQC enseguida le vienen cosas buenas, cosas divertidas, transgresoras y demás. Ahora nosotros tenemos que estar a la altura de esas expectativas, y yo creo que tenemos mimbres para poder hacer esa canasta.

El humor ha cambiado, ¿cómo crees que van a recibir el programa los espectadores?

No creas que ha cambiado tanto. Yo espero y deseo que lo reciban con alegría y con devoción, espero que bien, porque ya digo, es un gran formato y además estoy muy contento porque, independientemente del equipo que hay delante de las cámaras, hay un equipazo detrás, y eso es muy importante. No sé cómo va a recibir la gente el programa, eso no lo sabe nadie. Y quien diga que lo sabe, yo creo que os engaña. Nadie sabemos qué va a pasar cuando la gente se ponga delante de la televisión y vea el programa. Lo que sí que puedo asegurar es que nosotros estamos súper orgullosos de lo que vamos a mostrar a la gente. ¿Se podría hacer mejor? Igual sí, pero nosotros no sabemos hacerlo mejor de lo que se está haciendo. Y en ese sentido estamos muy orgullosos de formar parte de la historia de un gran formato, y sobre todo de poder aportar algo a esa bella historia.

¿Que tenemos que trabajar pensando en la audiencia? Yo creo que ese es el error

Santi Millán

¿Te dan cierto respeto las audiencias, más ahora que Telecinco tiene una inercia negativa?

Sí, pero es que eso es parte de la vida, parte del juego. Si vas en bicicleta pero no quieres caerte, pues joder, no te subas a la bicicleta. Si te subes y vas mucho en bicicleta, pues te caerás alguna vez. Y eso tienes que asumirlo. Las audiencias claro que son importantes, en el momento que miden la continuidad de nuestro trabajo. Ahora, ¿que tenemos que trabajar pensando en la audiencia? Yo creo que ese es el error. Nosotros trabajamos en aquello que creemos que sabemos hacer y que nos gusta, y brindamos ese producto a la audiencia. Después la audiencia es libre de escogerlo o no. Ahí cada uno hace lo que buenamente quiere.

Nosotros estamos deseando que la gente conecte, y comunique, y que se enganche a nuestro programa, porque creo que ofrecemos una cosa que está muy bien, que es entretenida, que además da la posibilidad de que se siente todo el mundo delante de la televisión y que pueda disfrutar, dinámico, que te hace un resumen de todo lo que ha sido la semana desde un punto de vista saludable. Porque el humor yo creo que es saludable. Y cada vez nos hace falta más sentido del humor. Y, además, creo que tenemos la libertad de reírnos de todo y de todos, porque empezamos riéndonos de nosotros mismos. Y eso, quieras o no, te da licencia a poderte meter con el otro.

En la rueda de presentación, Andy Kusnetsoff dijo “Cuando empezó el Caiga las cosas eran virales y no había redes sociales”. ¿Ahora pueden jugar a vuestro favor?

Sí. Las redes sociales al final son una herramienta. No se puede culpar a la herramienta, es el uso que hagas de ella. Las redes sociales son de puta madre cuando son de puta madre, y hay otras veces... pues que no te van tan bien [ríe]. Depende de lo que comenten. Nosotros esperamos que la viralidad sea con cosas positivas. También tendremos haters, que serán bienvenidos. Al final, yo creo que la gente está bien que tenga la opción de dar su opinión. Pero depende, y es su responsabilidad, que su opinión tenga algún valor. O que sea constructivo, que no simplemente sea echar mierda por echar mierda a algo que ni tan siquiera han visto o han conocido. Hay que respetar que todo el mundo tenga voz, pero no todas las voces son respetables.

¿Te han escrito o llamado Wyoming o Arturo Valls? ¿Qué te han dicho?

Pues me escribió Manel [Fuentes], pero con Wyoming y con Arturo no hemos intercambiado ningún mensaje. Pero vamos, los conozco a los dos bien, hay muy buena relación.

¿Y qué te dijo Manel?

Manel me dijo que mucha mierda, claro, que a tope. Si es que nosotros somos compañeros, no somos rivales. Somos compañeros de trabajo, nos dedicamos a lo mismo. Hay veces que te toca estar enfrentados, pero no hay un enfrentamiento, hay una compañía. Yo siempre he deseado que a todos los compañeros, tenga buena relación o la tenga menos, les vaya bien. Porque sé lo que implica este trabajo, sé lo que implica que se acabe un programa. Si nos va bien, muchísimo mejor.

Las gafas y el traje son marca de la casa, ¿abren más puertas, o cierran más puertas?

Yo creo que te ponen un contexto que ya saben de qué van. Es como en la naturaleza, que es sabia y a los animales venenosos los viste con colores llamativos para que puedas verlos, y una vez los has visto actúes en consecuencia. Dices: oye, ¿me acerco, o no me acerco? Y nosotros hacemos eso. Nosotros nos identificamos, 'estamos aquí'. Ahora, ¿qué te acercas?... atente a las consecuencias... [ríe].

Ya desde la promo hacéis ver que al rey emérito le quitaríais las gafas. ¿A quién más se las quitarías, y a quién se las pondrías?

Hostia, es que tendría que tener una lista de la gente que las tiene. Ahí me pillas, no sabría decir, pero estoy convencido de que hay mucha gente que no se las merece. ¿Y a quién se las pondría en estos momentos? Déjame pensar... [se toma unos segundos] Por ejemplo se las daría a Ricardo Darín. Me parece que es un tío que... hostia, un tío guay. Parece un gran tipo, sí.

Estoy convencido de que hay mucha gente que no se merece las gafas de CQC

Santi Millán

En los últimos años te hemos visto con Got Talent, con concursos. ¿Este programa lo ves cómo un poco como volver a tus orígenes?

No sé qué decir... Es que yo voy haciendo cosas, y dentro de las posibilidades y de mis limitaciones, intento hacer un variado. La suerte de nuestra profesión es que te permite hacer cosas diversas. Yo en Got Talent me lo paso de maravilla, y además creo que es un formato que se adecua muy bien a lo que son mis cualidades. Como cuando tú coges a un jugador y lo colocas en su posición en el campo de fútbol, y dices: hostia, es que tenía que jugar ahí. Pues yo en Got Talent me siento que estoy jugando en mi posición natural.

¿El Caiga? A mí me encanta. Además, que yo creo que mi forma de ver la vida, mi línea editorial, encaja muy bien con la línea editorial que tiene el programa. Ese reírnos de todo lo que se mueve. Ese relativizar, quitar importancia. Ese aceptar opiniones diversas, decir: oye, yo pienso diferente, pero está bien, y nos podemos reír juntos. Me siento muy a gusto en el tono del programa.

Hablando de esa línea editorial, en el CQC original Wyoming acabó muy señalado por ser el líder, lo que tú eres ahora. ¿Temes que pueda pasarte lo mismo?

No, pero es que yo voy a seguir haciendo y diciendo más o menos lo mismo. Tocará hablar de política, pues daré mi opinión. Tocará hablar de espectáculos, pues daré mi opinión. Yo nunca he sido un tío incisivo, ni que le gusta hacer sangre de las cosas. Al contrario, a mí me gusta intentar conciliar. Yo tengo mis opiniones, y está claro que mi visión es más progresista que reaccionaria, por supuesto. Además porque yo creo que la visión progresista siempre tiene más sentido autocrítico que la reaccionaria. Porque ellos son inamovibles, y entonces no hay crítica porque no quieren cambiar nada. Nosotros nos damos cuenta de que hay cosas que no funcionan, e intentamos hacerlas mejor. Siempre bajo nuestro punto de vista, y siempre sabiendo que lo que es mejor para mí, a lo mejor no lo es para ti. Y eso es respetable. Pero quiero decir... que vayan señalando. Yo no tengo nada que esconder, siempre me he mostrado más o menos de la misma manera. Yo no tengo nada que esconder, de mí se ha visto todo ya... [ríe].

Se intenta decir: este triunfa, este no. ¡Pero si los dos lo están petando!

Santi Millán Sobre Broncano y Motos

¿Te da cierto alivio no tener que competir con Broncano y con Motos de lunes a jueves?

Es que es lo que digo, no hay competencia. Quiero decir, nosotros compartimos franjas horarias. Está claro que ahora mismo ahí hay hostias como panes en esa franja horaria, entonces quizás no sería el mejor momento para entrar en esa pelea. También tienes que elegir las batallas en el momento en que entras. Dices: bueno, que se pongan tiernos, y cuando ya esté la cosita mejor, allí vamos [ríe]. Hay una cuestión de visión.

Yo estoy súper contento de que a los dos les vaya genial. Porque aquí se intenta decir: este triunfa, este no. ¡Pero si los dos lo están petando!

Ya que hablamos del access, tampoco vas a competir con Wyoming. El Intermedio es un formato que puede recordar a este, y hay una generación que no conoce CQC y quizás lo reciban al revés.

Sí. E igual sí que es cierto que El Intermedio bebe un poco de las fuentes de lo que era el CQC, y lo convierte en un programa diario, con lo que ello implica. Porque hostia, eres mucho más ágil a la hora de tratar la actualidad, pero tienes muchos menos medios a la hora de vestir, y además no te puedes permitir los lujos de mandar un reportero a Los Ángeles a cubrir depende de qué actos. Entonces yo creo que, de verdad, hoy en día, en la televisión que tenemos, es un lujo poder tener CQC en una cadena en abierto.

En los primeros Caiga Quien Caiga se decía que Esperanza Aguirre buscaba a sus reporteros. ¿Habéis visto un cambio en los políticos en ese sentido?

Yo creo que depende mucho más del perfil y de la facilidad de discurso que tienen. Los políticos normalmente tienen facilidad de palabra, de elaborar los discursos... Normalmente, las respuestas tienen poco que ver con las preguntas. Tú le preguntas una cosa, y él empieza, y hace un discurso, y empiezan a sonar violines, y tal y cual... y dices: bueno, muy bien, pero es que no te estaba preguntando eso. Entonces, con la gente del Caiga, esto no puede pasar. Hay gente que sabe, que se ven con capacidad de darle la vuelta, que tienen sentido del humor, que tienen retranca, que saben cómo lidiar con estas preguntas que son más incisivas. Y que, además, normalmente, si hace sonar violines, hay repregunta. Entonces los que no tienen tanta cintura, normalmente se sienten más incómodos e intentan evitar estos momentos que los que se sienten con confianza y creen que pueden estar a la altura de la ironía y del humor del reportero.

Pedro Sánchez ha pasado de largo, por lo que hemos visto.

Pedro Sánchez ha pasado de largo de momento. De momento [ríe].

¿Los políticos de antes daban más momentazos que los de ahora? Ahora están muy preparados a nivel de comunicación y miden más las palabras, ¿no?

Miden más las palabras sobre todo en los discursos que ya tienen preparados. Piensa que los políticos, haciendo un símil más con los futbolistas: el problema que tiene el futbolista a la hora de hacer declaraciones es que sabe que cualquier cosa que diga fuera de lo correcto va a ser un titular. Además vosotros lo hacéis también, aquí podemos estar hablando de todo y si yo digo 'es que Ayuso... menuda', pues 'Santi considera que Ayuso es nosequé'. Entonces, ellos tienen que medir mucho lo que dicen porque después vosotros sois muy hijos de puta y le dais la vuelta [ríe]. Eso es así. Y por eso al final la gente contesta siempre lo mismo y nadie se atreve a adornarse. Porque saben que después pasa lo que pasa. Nosotros, en ese sentido, como no es prensa escrita, es tal cual: lo que digas, ahí queda.

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