El universo literario de Javier Castillo sigue expandiéndose en Netflix. Tras el éxito arrollador de La chica de nieve, la plataforma dio luz verde a la realización de la segunda temporada, El juego del alma. Compuesta por seis episodios llenos de oscuridad y misterios, su trama es “más explosiva e impredecible” que la primera, y la investigación a la que se enfrentará Miren Rojo (Milena Smit) será “más macabra” que la anterior.
El autor señala a verTele que lo que más le interesaba mostrar en esta segunda temporada era “cómo el dolor es capaz de llevar al extremo a cualquier persona”. “Vamos a ver a personajes muy rotos, y ese dolor poco a poco se ancla y en realidad es una excusa para buscar venganza”, detalla. Y es que, por un lado, presenta a una Miren más dolida que en la primera, incapaz de superar el trauma de su violación, y obsesionada con las desapariciones de las niñas en la Costa del Sol; y por otro, está la parte de 'El juego del alma', unos ritos religiosos que hay que pasar para pertenecer a dicha congregación.
“A través de esas pruebas quería explorar qué está dispuesto a hacer uno por descubrir la verdad, a qué es capaz de renunciar y dónde están los propios límites, ya que 'El juego del alma' te denigra y hace renunciar a ti mismo. Y esto, unido a la religión, que toca temas como el aborto, el tema de la mujer que no tiene tanto peso como el hombre o el fanatismo; sale una temporada más truculenta que la primera”, valora.
La ficción, en la que también participan Miki Esparbé, Aixa Villagrán, Hugo Welzel o Luis Callejo, deja la puerta abierta para concluir la trilogía de La chica de nieve con la tercera parte La grieta del silencio. Mientras, el creador confirma que ya ha comenzado el rodaje en Extremadura de El cuco de cristal con Itziar Ituño y Alex García como protagonistas.