'GH Dúo' descubrió la curva de la vida de Álex, salvó a otro nominado y lamentó la llamada frustrada de Marieta a Suso

GH Dúo emitió su tercera entrega de Límite 48 horas con su nueva prueba semanal, la salvación de uno de los nominados y la curva de la vida de uno de los concursantes.

Todo ello, mientras en plató volvió a ausentarse Ana Herminia que, desde su expulsión no ha vuelto a pisarlo. Sin embargo, este martes sí que estuvo presente Ángel Cristo que argumentó desaparición de su mujer:

“Sigue igual con la crisis de hipertensión y tiene que estar controladísima. El domingo no pude venir porque tuve que quedarme con ella a cuidarla, estoy preocupado por ella. Estos días lo único que hago es cuidarla y estar pendiente de ella. De momento ella se va a retirar del foco mediático”, aclaró.

La sorpresa agridulce de la noche se la llevó el “trío” cuando le dieron la oportunidad de hablar con un ser querido, pero solo a uno de ellos. Por lo que Marieta, Sergio y Manuel Cortés tuvieron que ponerse de acuerdo en cuál sería el afortunado.

Aunque en un primer momento decidieron que fuera la ex superviviente la que pudiera hablar con su añorado Suso (al que veíamos en su casa esperando para llamar), en el último instante ella le cedió la oportunidad a Manuel. Entre lágrimas por el sacrificio, la joven se marchó y dejaron a solas al hijo de Raquel Bollo, que fue reconfortado por las palabras de su hermana Alma.

La lista de nominados se limita a solo tres nombres

Manuel, Álex Ghita, Miguel Frigenti y Maica eran los nominados de la semana, tras la salvación de Sergio el pasado domingo. A los cuatro les dejaron ver el estado de los porcentajes ciegos: 55,1% , 23,2% , 10,6% y 11,1%.

Para descubrir al salvado, Ion Aramendi fue descartando antes a los que seguían en la cuerda floja: “La audiencia ha decidido que siga nominado Álex”. Palabras que, lejos de entristecerle, el entrenador celebró: “Ya he vivido esta experiencia y prefiero irme. No me encuentro cómodo, vamos a salir ganando yo y parte de la casa”.

Seguidamente, el presentador sorprendió con el nombre del salvado: “La audiencia ha decidido que debe salvarse de la expulsión Miguel”. El colaborador se quedaba con la boca abierta, sin poder creerse que el público le prefería a él antes que a Álex, Manuel o Maica.

La curva de la vida de Álex Ghita con Carla Barber y Adara

Las lágrimas de Álex empezaron solo recordar sus primeros años de vida: “Nací en Rumanía. Me crié sin la figura paterna, de los 5 a los 10 años, lo pasé mal. Mi madre no comía para que comiera yo, gracias a su sacrificio, mi vida fue perfecta”.

Recordó su gran cambio de hogar: “A los 13 años me vine a España y, aunque me costó, me integré gracias al deporte. Llegamos a Teruel y ella trabajó en un restaurante y limpiando casas. Yo le ayudaba paseando perros. Ahí empecé a formarme y estudiar”.

Su época de estudios tampoco fue fácil: “Estuve durmiendo en coches, con una manta y me aseaba en polideportivos. Pasaba fríos terribles. Después empecé a trabajar de entrenador, conocí a mucha gente y fue de los mejores momentos de mi vida”.

“Llegué a Madrid y conocí a la madre de mi hija. La mejor hija del mundo, lo es todo para mí. Me monté un estudio de entrenamientos, me compré mi casa y estoy muy orgulloso de ello”.

Fue entonces cuando empezó a codearse con rostros famosos: “Carla Barber ha sido como una hermana, a pesar de que cometí un grave error. Con Adara nunca había vivido el amor como una montaña rusa, me dejó muy marcado. Lo nuestro pasaba de lloros a hacer el amor. Me pidió que si seguía siendo amigo de Carla lo dejábamos y yo fallé a mi amiga”, lamentó.

Para acabar recordando la mala relación con la reina de los realities: “Adara se metió en mi trabajo, quería que cambiara la forma de vestir, con las chicas que venían a entrenar... cortamos, retomamos. Fuimos a Ibiza y nos llevamos mejor. Después quiso que fuéramos padres, hasta que lo dejamos. Me duele que 8 meses bonitos acabaran de esa manera”, zanjó.

Mientras, en plató, Adara no dejó de poner caras de burla sobre sus palabras y criticó que sus “ocho meses juntos hayan dado para tanto”.