El castillo 'encantado' de Jaén que atrae miles de turistas al año por su historia

Situado en lo alto del Cerro de Santa Catalina, con vistas privilegiadas a la ciudad de Jaén y a los extensos campos de olivos que rodean la provincia, el Castillo de Santa Catalina es una de las joyas arquitectónicas más impresionantes de Andalucía.
Su historia se remonta a más de mil años, desde la época ibérica hasta la actualidad, pasando por la dominación musulmana, la Reconquista y la Guerra de la Independencia.
Pero más allá de su valor patrimonial, este castillo está envuelto en leyendas románticas y un misterio que aún perdura en sus estancias. Sus visitantes no solo quedan fascinados por su imponente arquitectura, sino también por las historias que se cuentan entre sus muros.
Un castillo con siglos de historia
Las primeras fortificaciones en el Cerro de Santa Catalina se remontan al siglo IV a.C., cuando los íberos establecieron un oppidum, un poblado amurallado cuyos restos aún pueden apreciarse.
Con la llegada de romanos y posteriormente musulmanes, la zona siguió teniendo un gran valor estratégico, lo que llevó a la construcción de una alcazaba en el siglo VIII, posteriormente ampliada en el siglo X con un gran alcázar defensivo.
La fortaleza musulmana se mantuvo en pie hasta que, en 1246, Fernando III el Santo conquistó Jaén y decidió construir una nueva fortaleza sobre los restos del antiguo alcázar islámico. Este nuevo castillo, conocido como Alcázar Nuevo, se convirtió en un baluarte clave durante la Edad Media, protegiendo la ciudad de posibles ataques del Reino de Granada.
De la Guerra de la Independencia a la actualidad
El Castillo de Santa Catalina tuvo un papel clave durante la Guerra de la Independencia. Entre 1810 y 1812, las tropas napoleónicas lo convirtieron en una de las bases militares más importantes de la región, realizando modificaciones en su estructura.
Sin embargo, al retirarse de Jaén, los franceses destruyeron parte de la fortaleza, causando graves daños a su estructura original.
A lo largo del siglo XX, el castillo fue objeto de varias restauraciones y, en los años 60 se construyó un Parador de Turismo en los terrenos del antiguo Alcázar Viejo. Hoy en día, la fortaleza es uno de los principales atractivos turísticos de Jaén, ofreciendo visitas guiadas, actividades culturales y espectaculares vistas panorámicas de la provincia.
Un castillo rodeado de leyendas
El Castillo de Santa Catalina no solo destaca por su historia, sino también por las leyendas que los jienenses mantienen en su cultura popular. Una de las más famosas es la del romance de la amante Jasmina y el condestable Miguel Lucas, una historia que se remonta siglos atrás.
Los autóctonos avivan el recuerdo de la leyenda afirmando que las vistas a Sierra Morena y al valle del Guadalquivir pueden ser interrumpidas por la presencia de los dos enamorados vagando por el Parador. La historia local cuenta que Jasmina fue la amante del condestable de Castilla, Miguel Lucas de Iranzo, uno de los hombres más influyentes en la corte de Enrique IV.
La presencia de una mujer árabe en el castillo no era bien vista por ciertos sectores de la nobleza, y su suerte quedó sellada en ausencia del condestable. Se dice que sus enemigos aprovecharon su partida para cometer un brutal crimen: fue ultrajada y asesinada, y su cuerpo consumido por el fuego.
Es esta leyenda -en la que hay mucho de mito- la que hace que muchos turistas viajen hacia el Parador de Jaén, para ver si escuchan, como dicen en Jaén, el lamento de Jasmina entre las paredes de la fortaleza.
Uno de los espacios más vinculados a la leyenda es la habitación 22, situada en la torre, que tras la última reforma del Parador pasó a denominarse 401. A pesar de su oscura historia, lejos de permanecer cerrada, es una de las estancias más solicitadas por los huéspedes más intrépidos.
Un destino imprescindible en Jaén
Hoy en día, el Castillo de Santa Catalina es una de las visitas obligadas en Jaén, tanto para los amantes de la historia como para los que buscan vivir una experiencia diferente. Su imponente arquitectura, su privilegiada ubicación y sus intrigantes leyendas lo convierten en un lugar único, perfecto para disfrutar de una jornada de turismo cultural con un toque de misterio.
Ya sea para recorrer sus antiguas murallas, admirar las vistas desde lo alto del cerro o dejarse llevar por la leyenda, este castillo sigue siendo uno de los grandes atractivos de la provincia. ¿Te atreves a visitarlo?
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