La iglesia española donde se hallaron el mayor número de momias está en Toledo
Toledo es una ciudad con una historia fascinante, donde cada rincón esconde vestigios de su pasado medieval y su herencia multicultural.
Sin embargo, entre todos sus secretos, hay uno que destaca por su carácter excepcional: la iglesia de San Andrés, un templo que guarda en su interior el mayor número de momias hallado en España.
Construida en el siglo XII, esta iglesia ha sido testigo del paso de distintas civilizaciones y estilos arquitectónicos, combinando elementos mudéjares, góticos y barrocos.
Pero lo que realmente la hace especial no es su arte ni su historia, sino el descubrimiento que tuvo lugar en su cripta en la década de los años 60: más de 50 cuerpos momificados fueron encontrados en su subsuelo, en un estado de conservación asombroso.
Momificación natural: el enigma de San Andrés
El hallazgo sorprendió a los investigadores, que analizaron los cuerpos y determinaron que correspondían a personas que vivieron entre finales del siglo XVIII y principios del XIX. Entre ellos, se encontraron mayoritariamente mujeres de edad avanzada, aunque también había restos de niños y religiosos.
Lo más impactante de este descubrimiento es que las momias se conservaron de forma natural, sin intervención de técnicas artificiales. Los expertos concluyen que esto se debe a las condiciones del subsuelo toledano.
La baja humedad y la ventilación de la cripta habrían favorecido la desecación de los cuerpos, permitiendo la preservación de tejidos, ropajes e incluso algunos objetos personales.
Un templo de interés histórico y científico
El descubrimiento de la cripta de San Andrés ha convertido a este templo en un referente dentro del patrimonio funerario de España, atrayendo la atención de arqueólogos y forenses que siguen estudiando el fenómeno.
Sin embargo, a día de hoy, el acceso a la cripta permanece restringido al público, lo que aumenta aún más el halo de misterio que rodea a este lugar.
Toledo, una ciudad que no deja de sorprender con su legado histórico, suma con la iglesia de San Andrés uno de los descubrimientos más insólitos de la arqueología española.
Un testimonio único que sigue despertando el interés de historiadores y curiosos, y que demuestra, una vez más, que la historia de esta ciudad aún guarda secretos por revelar.
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