El Prismático es el blog de opinión de elDiario.es/aragon.
Las opiniones que aquí se expresan son las de quienes firman los artículos y no responden necesariamente a las de la redacción del diario.
Todo hecho y por hacer
Vienen fábricas chinas, y en las calles hay más inmigrantes que nativos, que son pocos y mayores. El binomio habitual en pueblos y ciudades es una persona mayor y su ayudante joven, venido de lejanas tierras.
Los inmigrantes están por todo y hacen mucho, pero salen poco en medios locales, excepto que alcancen la gloria o el crimen, extremos o puntas del diamante impenetrable de los días normales y sus sentimientos
La plaza del justicia, donde tiene casa y placa José Martí, la inmortalizó Labordeta, como a casi todo en Aragón, en sus Cuentos de san Cayetano, donde contó su infancia en el colegio de su padre, El Buen Pastor, en el callejón del mismo nombre que viene desde el mismo Mercado Central. En esa plaza, cuenta Labordeta, entraba el arzobispo montado en una mula blanca.
En la plaza hay una tienda miniatura de fondo insondable de objetos santos y procesionales, San Cayetano 3 (.com) en una casita con todas las ventanas tapiadas y los balcones abiertos.
La plaza de San Cayetano es ideal para hacer el ejercicio que llevó a cabo Georges Perec (y replicó Enrique Vila-Matas en la revista Turia) de situarse en un punto de la ciudad y registrarlo todo, cada tienda y cada estatua y cada nada… y volver al cabo de un tiempo y hacerlo otra vez. Perec, en sus tentativas de agotar un espacio, quería contar, escribir, «lo que ocurre cuando no ocurre nada, solo el paso del tiempo, de su gente, de los coches y de las nubes».
En San Cayetano está el Colegio Notarial, en el que hay que intentar colarse cuando están abiertos sus enormes portalones para ver el artesonado… y si hace falta firmar unos papeles al azar, pues se firman.
La plaza, además de la aguadora y el clásico bar El picadillo y el hotel Catalonia, tiene mil cosas y millones de nadas que pasan soñando los vientos que levantan las faldas de los cofrades.
La ciudad trilenaria y su región semicautiva y medio autónoma entran en la órbita china de las baterías y en la americana de los centros de datos y nadie sabe qué significa esa nueva era, todo está en marcha y a medio empezar y siempre hay alguien que en un día de suerte puede alumbrar una idea, etc.
0