Espacio de opinión de Canarias Ahora
Alcohol entre menores

El Consejo de Ministros aprobó esta semana, después de tres intentos fallidos, un proyecto de ley para restringir el consumo de alcohol en menores de edad. Es la primera norma para regular y tratar de rebajar su consumo entre niños y adolescentes.
La iniciativa, que comienza de inmediato su tramitación en el Congreso de los Diputados, prohíbe el consumo de alcohol en menores de 18 años, algo que hasta ahora solo estaba explícitamente regulado en alrededor de la mitad de las comunidades autónomas ―sí es ilegal su venta a este público, aunque no lo era la ingesta en sí misma. Las multas por la infracción serán similares a las del consumo de drogas en la vía pública y se podrán intercambiar (importante) por programas de rehabilitación.
Según el texto del Gobierno, no se podrá beber ni vender alcohol (tampoco a adultos) en centros educativos o de ocio que tengan como público mayoritario los menores de edad, así como tampoco se permitirá el patrocinio de actividades que tengan como objetivo principal este público.
El problema se ha ido agravando en los últimos años. Asociaciones de madres y padres de alumnos (Ampas) y diversos colectivos, como integrantes de la comunidad educativa, han expresado una creciente preocupación, hasta el punto de requerir soluciones ya con cierta urgencia. La ministra de Sanidad, Mónica García, ha asegurado que se trata de un proyecto “tan urgente como necesario”, que será “una legislación pionera”, puesto que es la primera de ámbito nacional. “La evidencia dice que el consumo afecta al desarrollo cerebral de los jóvenes, a su desempeño educativo y al riesgo de adicciones en la vida adulta. Es un compromiso con las familias, los docentes, los profesionales sanitarios que atienden consecuencias y reclaman herramientas y respaldo”, ha afirmado.
Entre las aristas del problema, es claro que la publicidad representa un foco de acción complicado en esta norma auspiciada por el ejecutivo. Objetivo, no tan fácil de conseguir: restringirla para evitar el impacto en los menores de edad. Prohíbe la incitación explícita al consumo en la vía pública y también la exhibición de cualquier logotipo o marca a menos de ciento cincuenta metros de colegios, centros sanitarios o en los que realicen actividades los menores de edad. Esto incluye vetar las sillas, mesas y mobiliario de bares o restaurantes en los que aparezcan bebidas alcohólicas en las áreas descritas, que en algunas ciudades supondrá buena parte del entorno urbano.
Según se ha sabido, también prohibirá la publicidad de bebidas destiladas 0,0. La idea inicial era vetar la promoción de cualquier tipo de producto de estas características, pero finalmente, atendiendo a las enmiendas, se ha hecho una excepción con la cerveza y el vino sin. Pero no se podrá publicitar, por ejemplo, una ginebra 0,0. Lo que no prohíbe la norma, tal y como era la intención del Ministerio de Sanidad, es eliminar el reclamo del ‘consumo’ responsable de alcohol, considerado un eje primordial en la política de comunicación de la industria.
Fuentes gubernamentales han admitido que en el ministerio asumen que la norma no es perfecta, pero sí un buen primer paso que puede poner de acuerdo a todos los grupos políticos, después de que otras tres iniciativas a lo largo del último cuarto de siglo ―en los Gobiernos de Aznar, Zapatero y Rajoy― se quedasen en meros borradores. Atentos, pues, a la tramitación.
Sobre este blog
Espacio de opinión de Canarias Ahora
0