Espacio de opinión de Canarias Ahora
Por si acaso no regreso

La Habana, 1925
Nace Úrsula Hilaria Celia de la Caridad Cruz Alfonso, hija de un fogonero ferrocarril y una ama de casa. Cuba es una república dependiente en gran parte de la exportación de azúcar a Estados Unidos. Gerardo Machado es el gobernante en el momento. Se van sucediendo diferentes regímenes autoritarios, incluido el de Batista, que toma el poder mediante un golpe de Estado en 1952. Batista representa el arquetipo del dictador títere. Es débil con los fuertes (los yankees) y fuerte con los débiles (las clases populares cubanas). No obstante, permite que el pueblo se distraiga con diversiones como la música tradicional. La banda más popular durante su mandato es La Sonora Matancera, de la que es vocalista principal la protagonista de este artículo. Celia ya es muy popular entre la población, llegando a las casas de los cubanos a través de la radio con sones cubanos, guaguancós, rumbas, guarachas y boleros. Al avanzar su carrera evolucionaría hacia su género predilecto: la salsa, que interpretaría con maestría la poniéndole a la música tradicional cubana su toque de azúcar.
México D.F., 1960
La banda de Celia se encuentra de gira internacional. Se hace público que no van a volver a Cuba. El nuevo régimen no ha parado de poner trabas a la actividad cultural en la isla. Con la llegada de los Castro al poder, se comenzó a censurar la música y el arte. La música tradicional cubana seguía siendo permitida, pero géneros como la guaracha y la salsa, que tenían influencias extranjeras, fueron menospreciados por el nuevo gobierno. Se calificaba a la salsa de contrarrevolucionaria. Me pregunto en qué textos de Marx, Engels o cualquier otro padre del socialismo se calificaría a la música popular como un obstáculo para la igualdad y el progreso de una nación.
Como reacción a la decisión de Celia, el gobierno de la isla le prohibió que regresara y vetó su música en Cuba. Un destierro por expresarse artísticamente, que ni siquiera fue levantado cuando Celia quiso visitar la tumba de su madre unos años después. Esto dejó una herida profunda e indeleble en el alma de la cubana, pero su voz portentosa estaba por encima de todo.
Base Naval de Guantánamo, 1990
Celia logra pisar Cuba de nuevo, aunque sea dentro de los límites de la base americana, se pasea rodeada de cámaras, canta para los marines estadounidenses y los cubanos exiliados que trabajan en la base. El momento más emotivo y que queda para las hemerotecas se produce cuando la reina de la salsa se acerca a la valla que separa la base americana del resto de la isla, toma un puñado de tierra y lo guarda en un frasco para el recuerdo. Se refleja en el gesto la herida abierta, el inmenso dolor del exilio y la esperanza de volver a pisar su tierra, algo que sabemos que no pudo hacer.
16 de marzo de 2025
Desde algún lugar de la diáspora canaria escucho la canción Por si acaso no regreso, producida en el año 2000 y con la autoría en la letra de Angie Chirino y Emilio Estefan Jr.
Empieza y termina de esta forma:
Por si acaso no regreso
Yo me llevo tu bandera
Lamentando que mis ojos
Liberada no te vieran
Porque tuve que marcharme
Todos pueden comprender
Pensé que en cualquier momento
A tu suelo iba a volver
[…]
Ay, ya me está matando ese dolor
(Me matará el dolor)
Siempre te quise y te querré
(Me matará el dolor)
Me matará el dolor, me matará el dolor
(Me matará el dolor)
Si no regreso a esa tierra,
Me duele el corazón
No puedo evitar conmoverme ante este himno del exilio cubano. Nosotros, los canarios en el exilio, no nos enfrentamos a la prohibición expresa de volver a nuestra tierra. Pero sí que nos enfrentamos a unas condiciones socioeconómicas que parecen haber sido diseñadas para que el canario lo tenga cada vez más difícil para vivir con dignidad en su propia tierra.
Un Gobierno de Canarias que también es débil con los fuertes y fuerte con los débiles. Los fuertes: la oligarquía empresarial local, subsidiaria del gran capital extranjero que mueve la maquinaria del negocio turístico. Los débiles: la clase trabajadora canaria, combustible necesario para que siga funcionando el motor turístico. El ejecutivo canario se encarga de que siga fluyendo el capital hacia las sedes centrales de touroperadores, cadenas hoteleras y compañías aéreas, cómplice de la extracción de rentas hacia el exterior.
Así que:
Por si acaso no regreso,
díganle a Clavijo que lo tengo calado,
que no engaña ni al más despistado,
que le dedico, en estos versos,
mis peores deseos a su gobierno.
Empujando la maleta por aeropuertos, en tránsito,
comiendo comida de plástico,
mientras recuerdo los guisos de mi tierra,
sueño con el día en que Clavijo y compañía
dejen de tratarla como su hacienda.
Fuentes:
Celia Cruz Legacy Project: https://celiacruz.com/biography/
Letras.com: https://www.letras.com/celia-cruz/611858/
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