El 8M no es una moda

El Día Internacional de la Mujer, conocido como 8M, es una fecha que se conmemora anualmente en todo el mundo para reivindicar los derechos de las mujeres y promover la igualdad de género. Sin embargo, en los últimos años, se ha observado una tendencia a tratar esta fecha como una moda pasajera, desvirtuando su verdadero significado y objetivos.

El 8 de marzo tiene sus raíces en el movimiento obrero del siglo XIX y en las luchas de las mujeres por mejores condiciones laborales, el derecho al voto y la igualdad de oportunidades. Esta fecha es el resultado de años de esfuerzo y sacrificio de féminas que alzaron su voz para exigir un cambio. Por lo tanto, reducirlo a una simple moda es ignorar la historia y la lucha continua por los derechos de las mujeres.

Cada vez que llega este día y me saturan el móvil y las redes sociales con mensajes de felicitación, más allá de alagarme no puedo evitar que se me revuelva el estómago. Me cuesta entender que todavía existen personas, sin encasillarnos en géneros que desconocen cuál es el verdadero significado de esta fecha en la que no se celebra absolutamente nada. Simplemente nos sirve para seguir alzando la voz más fuerte pero sin olvidarnos que en cada día de nuestras vidas deben estar presentes estos principios.

Todas las mujeres del mundo somos más que una simple efeméride. Esto es sólo un recordatorio anual de un esfuerzo continuado que requiere de un compromiso de todas y todos. No es suficiente compartir mensajes en las redes sociales un solo día del año, ni tampoco vestirte de violeta y salir a la calle a participar en una manifestación, esto requiere de acción constante y decidida para poder lograr cambios reales.

Tratar el 8M como una moda es minimizar la importancia de las luchas históricas y actuales de las mujeres. Para honrar verdaderamente esta fecha, debemos comprometernos a trabajar diariamente por un mundo más igualitario. La verdadera moda debería ser la igualdad, y esa es una tendencia que debe perdurar.

La igualdad de género es uno de los pilares fundamentales para construir una sociedad justa y equitativa. A lo largo de la historia, se han logrado avances significativos en la búsqueda de la paridad, pero aún queda mucho por hacer para erradicar las desigualdades que persisten en diversos ámbitos de la vida.

El compromiso es necesario, la educación es prioritaria. Debemos olvidarnos de las modas y recordarnos cada día que somos mujeres, ¿o caso sólo lo somos un 8 de marzo?

Sueño con el día en el que la igualdad de género sea una realidad tangible para todas y todos.