La lucha de Yolanda contra el cáncer de mama metastásico, “un gran desconocido”

Yolanda León

Efe / Pablo Herrera

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El cáncer de mama tocó la puerta de la vida de Yolanda León hace diecisiete años, para, diez años después “y por casualidad”, volver tras una mastectomía, quimioterapia y pastillas en forma de cáncer de mama metastásico, “un gran desconocido” en la lucha de la ‘marea rosa’, pero que afecta al 30% de las mujeres con esta enfermedad.

Yolanda explica que recibió el primer diagnóstico cuando su hijo tenía un año, y con la dureza que asegura que le caracteriza, lo primero que le preguntó a su oncóloga fue “¿cuánto?”, sabiendo que en ese momento “la esperanza era muy diferente a la de ahora”.

Tras una mastectomía, sesiones de quimioterapia y cinco años de tratamiento con pastillas, a los diez años del primer diagnóstico a Yolanda le diagnostican cáncer de mama metastásico, es decir, una variante de la enfermedad que se le ha extendido por los huesos, el pulmón y el hígado.

“Siempre digo que tengo como una especie de ángel de la guarda, ya que lo descubrí tras seis meses pagando una fisioterapia porque supuestamente tenía desgaste en un manguito, pero era la metástasis del cáncer. Perdí seis meses para el diagnóstico de una enfermedad incurable”, recuerda.

A raíz del nuevo dictamen médico, Yolanda narra que el cáncer de mama metastásico plantea una batalla sin cuartel, ya que “inicias un tratamiento, deja de servir e incorporas otro nuevo, así hasta cinco diferentes que llevo”, teniendo además la noción de que “la medicación no te va a curar, sino que te permite mantenerlo estabilizado”.

En ese punto, resume, “está la complicación” del cáncer de mama metastásico, porque si las células cancerígenas estuvieran en un solo órgano “se podría atacar el órgano y reducirlo, ¿pero qué atacas cuando está en todo el cuerpo?”.

Yolanda, que es miembro de la Asociación Española de Cáncer de Mama Metastásico (AECMM), asegura que han sido diecisiete años “complicados” tanto para ella como para su familia, “que está acostumbrada a ver que siempre estás en todo y, de repente, hay momentos que te sientes vulnerable y no puedes de ninguna manera porque ahora manda el cuerpo”.

No solamente se necesitan soluciones oncológicas, también es clave “un apoyo multidisciplinar” donde fisioterapeutas, nutricionistas y psicólogos sean pilares básicos del tratamiento, con especial incidencia en el último, ya que “no todo el mundo es capaz de afrontar el cáncer y se hunde”, desgrana Yolanda.

“Tardé mucho en contarle a mi hijo pequeño mi diagnóstico de cáncer de mama metastásico. Se lo dije hace tres años –fue detectado hace siete- tras el consejo de una psicóloga precisamente. Era el momento, no se sabía cuándo podía ir a peor y tenía todo el derecho de estar informado”, cuenta con cierta emoción.

#laMquefalta, una iniciativa para visibilizar el cáncer de mama metastásico

La Asociación Española de Cáncer de Mama Metastásico, junto a la Alianza Daiichi Sankyo I AstraZeneca, ha creado la iniciativa #laMquefalta, dirigida a visibilizar el cáncer de mama metastásico y a conseguir la financiación y el apoyo para la investigación necesarios para mejorar la calidad de vida de los pacientes y la eficiencia del sistema.

Un sistema que, según detalla Yolanda, tiene retrasos de uno o dos meses en pruebas de escáner que determinan si un tratamiento funciona o no: “Quizás llevo casi dos meses con un tratamiento que no me está funcionando. Es tiempo perdido”.

“Es necesario un diagnóstico totalmente eficiente desde el minuto uno porque el cáncer metastásico no es solo metastásico, sino que tiene nombre y apellido. Si no somos certeros ahí vivirás una serie de tratamientos que no van a servirte y que te pueden matar con el daño al hígado, la piel o el cerebro”, denuncia.

El trabajo de la Asociación Española de Cáncer de Mama Metastásico consiguió el año pasado que se incluyeran, “por fin”, dos tratamientos para esta enfermedad en el catálogo de productos de la Seguridad Social, “pero cuesta mucho conseguirlo y es mucho dinero”, llegando a situaciones, asegura Yolanda, en las que “médicos te deniegan la consulta y tratamientos porque ya te dan por perdidos con una cuestión económica de por medio”.

“Tristemente acabas recibiendo más apoyo privado que público. La foto es muy bonito, pero la realidad detrás de la foto es que necesitamos dinero y la investigación. No hay tiempo”, afea a las instituciones públicas.

Pese a los reveses de la vida, Yolanda muestra una sonrisa y una vitalidad que casa con su mensaje de “no hundirse” para dar batalla a un cáncer de mama metastásico que llegó a su vida hace siete años en los que no ha dejado de “desafiar al tiempo y a la ciencia”.

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