La huella de carbono del turismo en Canarias empeora en 2023 respecto al año prepandémico
![Aviones en el aeropuerto de Tenerife Sur, en una imagen de archivo.](https://static.eldiario.es/clip/8f33b1d3-3ebf-4992-b6f8-fca6bf6f6106_16-9-discover-aspect-ratio_default_0.jpg)
El sector turístico de Canarias, en el que se incluye el transporte aéreo de viajeros o de clientes hacia las islas, experimentó en 2023, el último ejercicio anual con datos oficiales cerrados, un aumento en la emisión de gases de efecto invernadero (mayor carbonización o peor huella de carbono) respecto al registro absoluto del año comparativo precedente, que en este caso es 2019, debido a que 2020, 2021 y 2022 fueron años anómalos en la recepción de turismo en el archipiélago por el impacto de la COVID-19 sobre todo en la movilidad.
Atendiendo a los datos oficiales de la empresa pública Turismo de Islas Canarias, ofrecidos por su director, José Juan Lorenzo, en una jornada organizada por la Fundación Fyde-CajaCanarias sobre el Cambio climático y el reto de la descarbonización en las empresas el jueves 30 de enero pasado en Santa Cruz de Tenerife, el sector del turismo en Canarias ha contribuido más al calentamiento de la atmósfera y al cambio climático en el planeta en 2023 que en 2019, cuatro años antes. En ese foro también participaron la bióloga y divulgadora medioambientalista Odile Rodríguez de la Fuente y el profesor de Economía en la Universidad de La Laguna (ULL) y experto en Agenda 2030 David Padrón.
Este fenómeno se explica principalmente por la mayor aportación contaminante del transporte aéreo vinculado al turismo de las islas en 2023, año récord histórico en la llegada de visitantes, con 16,2 millones totales (extranjeros más nacionales), aunque ya una marca superada en 2024 (con unos 18 millones globales). Esto último avanza que el registro siguiente es posible que refleje nuevos aumentos, pues Canarias ya ha llegado el año pasado, según ha afirmado el propio director de Turismo de Islas Canarias en el reseñado foro, a su límite de recepción: “No hay más capacidad”. Queda “crecer en la mejora del producto turístico y en su reposicionamiento”, el camino identificado por el Gobierno de Canarias para rentabilizar mejor las visitas haciendo crecer el gasto en destino por turista y día de estancia.
De 2019 a 2023, los aviones con turismo llegados a las islas elevaron su contribución a la carbonización del sector canario de los 5,3 millones de toneladas equivalentes de CO2, dato de 2019, a los 5,6 millones al cierre de 2023, con un aumento absoluto de 0,3 millones, cifra que se da pese a disminuir la huella de carbono de la aviación por asiento, que ha pasado de 54,9 gramos equivalentes de CO2 en 2019 a 51,33 en 2023. El objetivo, según Turismo de Islas Canarias, es ser mucho más eficientes y llegar a los 38 gramos por plaza de avión. En el otro segmento, el relacionado con las actividades turísticas, la evolución ha sido de los 118,10 gramos por visitante en 2019 a los 92,38 en 2023.
Como se observa, se sigue contaminando más en términos absolutos por el incremento encadenado desde mediados de 2022 del turismo receptivo en Canarias, y como además todos los visitantes recalan en avión en las islas, pues la fotografía es bien nítida.
La contaminación atmosférica total medida en el sector turístico de Canarias es la suma de la aportación del transporte aéreo y de los servicios que se ofertan en los destinos en las islas. Tal marcha temporal, en términos generales y siempre según la fuente oficial mencionada, pasó de 7,086 millones de toneladas equivalentes de CO2, con 1,7 millones para la parte de servicios, a 7,157 millones, con 1,5 (menos 0,2 millones) en este mismo último segmento.
Tal y como se lee en esas estadísticas, el empresariado turístico de las islas está haciendo la tarea (sin entrar en si lo hace rápido o lento), pues reduce sus emisiones totales, las de los servicios, pero no se puede decir lo mismo del transporte aéreo, que contamina mucho más debido al incremento en las conexiones aéreas con el archipiélago tras el brutal avance en las llegadas de turistas sobre todo en los dos últimos ejercicios anuales, ambos con récords históricos.
La aviación no ha resuelto del todo el uso de combustibles menos contaminantes o ecológicos, los llamados SAF (reducen la polución el 90%), por lo que la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero la tiene peor, a lo que se une, también muy relevante, la programación de más frecuencias y asientos en los trayectos con Canarias por el ascenso de la demanda. Así fue en 2023 y superior en 2024. Incluso es posible que esa actividad esté compensando peor las emisiones contaminantes a través de tareas de descarbonización, que restan y es la otra vía para disminuir las aportaciones netas de contaminación.
En el año 2019, al transporte aéreo se le atribuyó dentro del sector turístico de las islas el 75% de la carbonización total, mientras que en 2023 esa aportación se elevó hasta el umbral relativo del 79%, en vez de reducirse, lo que hubiese sido lo normal o razonable sin tanto aumento en las llegadas, casi todas en avión. Las otras emisiones de gases contaminantes, hasta completar el 100%, tienen que ver con las actividades turísticas que se prestan en destino, en Canarias.
Los objetivos tan exigentes de 2030 y 2050
Llegados a este punto, hay que recordar que España ha legislado y ha asumido los objetivos de Naciones Unidas, el Acuerdo de París y la Unión Europea para disminuir en 2030 la emisión de gases de efecto invernadero hasta el 55% (cinco puntos porcentuales extras en Europa respecto a lo dictado por las otras instituciones, en la cota 50%) del total de referencia de 1990. Además, también ha asumido la emisión neutra de esos gases contaminantes en 2050, lo que quiere decir que lo que se contamine, si se contamina, debe al menos compensarse a través de procesos de absorción o sumideros, para ya en adelante ir a emisiones con cero neto o negativas. Como resaltó José Juan Lorenzo, el 60% de los turistas que viene a Canarias acepta pagar más dinero por su visita si esto tiene que ver con una apuesta por la reducción de la huella de carbono y por la sostenibilidad.
En concreto, la Unión Europea, y España y Canarias dentro de ella, se ha comprometido a conseguir un equilibrio neto entre las emisiones antropógenas (actividad humana) de gases de efecto invernadero en todos los sectores de la economía y la absorción de gases de efecto invernadero conseguida por los sumideros dentro de la Unión de aquí a 2050. Además, se pretende lograr emisiones negativas a partir de 2050.
Desde la Consejería de Turismo del Gobierno de Canarias y la empresa adscrita Turismo de Islas Canarias, se insiste y se apuesta, primero, por la medición de la huella de carbono del sector a través de todos sus componentes, para lo que ya hay disponible asesoramiento y herramientas de cálculo online de las emisiones, aparte de otras contribuciones de interés en este mismo campo. Esto es así, reconoció Lorenzo, porque, entre otras ventajas, “la reducción de la huella de carbono” en los servicios turísticos es una “ventaja comparativa”.
Ante esta creencia, desde Turismo de Islas Canarias se la tarea se les está “poniendo fácil” al empresariado, con la disponibilidad, entre otros medios, de sistemas de verificación de la huella de carbono “de coste bajo”, de manera que se pueda comunicar la huella de carbono y sea posible actual en lo que Lorenzo denomina como “herramienta para gestionar el viaje a la descarbonización” del sector turístico en Canarias.
Toda esa batería de acciones se encuadra en el Plan de Acción Climática del Turismo en Canarias, en el que el archipiélago es “una referencia de ejecución”, no solo “de pensar”. El director de esa empresa pública autonómica sostiene que Canarias “tiene una gran solución” en ese camino de descontaminación. Ahora, anima Lorenzo a las empresas, “hay que embarcarse”. El año 2025, tras llegar al tope en visitas en el pasado 2024, con los 18 millones totales de turistas, toca aplicar “estrategias de regeneración y renaturalización” en el medio físico de las islas más perjudicado por la acción del turismo o humana.
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