Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

CV Opinión cintillo

¿De la Europa social a la Europa militar?

0

El miedo no es un buen compañero de viaje, en estos momentos da la impresión que Europa está en una carrera armamentística fruto de un ataque de pánico colectivo.

No es fácil mantener la serenidad cuando el tablero salta por los aires porque ha sido pateado delante de nuestras narices. La incertidumbre está servida, las reglas de juego que han sido útiles hasta ahora ya no sirven, y aparece un escenario realmente sorprendente, en el que la estética ha dado un vuelco. Nadie podía imaginar que en la mítica Casa Blanca ocurrieran cosas como las que estamos viendo y que las reglas de la diplomacia saltaran de una forma tan evidente a la luz pública.

Tampoco estamos acostumbrados a que se exhiban medidas tan contundentes como negativas entre países que no tenían conflicto abierto y que forman parte de un mismo bloque, mostrando afirmaciones tan agresivas como que Europa nació para joder a USA o anunciando escenarios que no se sabe cómo van a terminar “vamos a conseguir Groenlandia de un modo u otro”

Es una evidencia que hay que responder a lo que el presidente norteamericano y su corte están provocando., a pesar de que una de las primeras dudas que surge es hasta qué punto las bravuconadas llegaran a ser propuestas firmes. Estamos viendo cómo se matizan algunos de los anuncios efectuados, otros se retrasan o no están obteniendo los resultados anunciados por mucho que se maquillen los datos. También está por comprobar la resistencia de la sociedad americana a un estrés constante, que surge de un mandatario que parece necesitar un púlpito permanente para hacer autopromoción y no duda en lanzar ocurrencias o tensar al máximo las relaciones internacionales.

El panorama es sombrío y parece lógica una respuesta acorde a las bravatas desde la Unión Europea. Las formas de abordar el escenario que estamos viviendo, además del diálogo, deberán de ir acompañadas de otro tipo de medidas de alcance económico y militar. Ahora bien, cualquier actuación debe de estar en el marco de la esencia que constituyó la unidad europea, que surgió de un interés económico para cristalizar en la construcción de un territorio de derechos y de libertades.

Atravesamos tiempos de enorme confusión y  manipulación; se están elaborando distintas versiones acerca de lo que significa o ha significado la construcción de la Unión Europea. En este análisis, afortunadamente, las respuestas son nítidas, solo tenemos que comparar como estaba el continente europeo en la primera mitad del siglo pasado, un tiempo en el que se desangraba, con millones de muertos fruto de dos guerras mundiales, que no olvidemos, enfrentaba a países que ahora conforman un destino común, en el que son logros evidentes: el euro, los erasmus, la libre circulación, la Europa del bienestar …, con unos resultados en materia de calidad de vida jamás alcanzados.

La presión a la que el nuevo escenario nos está imponiendo, puede hacernos perder de vista cual ha sido el motor de lo que nos ha unido. La Europa social no puede ser la primera víctima de aquello que ya ha venido a anunciarse como una tercera guerra mundial. Los compromisos presupuestarios multimillonarios para incremento armamentístico, por la necesidad de adecuarnos al panorama geopolítico, de ninguna manera deben desplegarse a costa del gasto social y alejarnos de nuestro compromiso con derechos y libertades, ya que, si esto se produce, aquellos que se están manifestando como enemigos de Europa vencerán sin necesidad de disparar una sola bala.

Etiquetas
stats