PNV, PSE-EE, PP y Vox cambian la ley vasca de caza para permitir que los menores participen en las batidas

Los partidos del Gobierno, PNV y PSE-EE, han dado curso este jueves en el Parlamento Vasco de la mano de PP y Vox a la reforma legislativa exprés de la normativa de caza de 2011 y cuyo único objetivo era permitir y regular la presencia de menores en las batidas, aunque siempre como “acompañantes” y sin poder usar armas. El argumento es que es preciso promover un “relevo generacional” en un sector esencial para el cuidado del entorno natural, aunque colectivos ecologistas lo habían criticado con dureza. EH Bildu y Sumar se han opuesto aludiendo a la seguridad de niños y adolescentes. Desde la tribuna de invitados, representantes de asociaciones de cazadores han recogido con enorme satisfacción este paso.
Es solamente la sexta ley que promulga la Cámara en la actual legislatura. Y es ya la segunda que sale adelante con la mayoría conformada por PNV y PSE-EE más PP y Vox. El primer caso fue otra tramitación exprés de una modificación presupuestaria para inyectar 67 millones de euros a las patronales de la escuela concertada, que en Euskadi acapara casi el 50% del alumnado. EH Bildu ha llegado a asegurar que el Ejecutivo de Imanol Pradales está comprando el “marco” de la “extrema derecha” y de la “derecha extrema” con iniciativas como la de caza y ha apuntado el detalle de que la portavoz socialista, Aroa Jilete, ha renunciado a participar en su segundo turno de palabra.
Aritz Abaroa, el portavoz del PNV, ha hecho una firme defensa de la propuesta. Según sus datos, en Euskadi se ha pasado de 40.000 a 31.000 licencias activas desde 2011, cuando entró en vigor la normativa vigente. Y eso “afecta negativamente” al control de la población de jabalíes, por ejemplo, con el consiguiente incremento de los daños. En Gipuzkoa, según sus datos, en 2000 se avistaron 500 jabalíes y en 2020 ya fueron más de 2.600. Y en Bizkaia los daños también se han quintuplicado en ese período.
Sostiene Abaroa que “quien crea que cazar es apretar el gatillo y matar a un animal y que el cazador es violento y maltrata a los animales” está equivocado. Ha dicho a quienes se oponen que no pretendan dibujar a los cazadores como “en Bambi” o como el “enfurruñado” personaje de los Looney Tunes. “La caza es un estilo de vida. Son principios y valores”, ha afirmado en su intención de hacer “pedagogía” para poner en valor esta actividad.
Adicionalmente, ha afirmado que “por la regla de tres” de que la caza es peligrosa habría que prohibir también que los menores viajaran en coche, ya que se han producido “322” fallecimientos en accidentes de tráfico. Igualmente, ha criticado en genérico a esos ecologistas que cuestionan la actividad cinegética y que luego “compran perros de caza y los tienen encerrados en pisos de 60 metros cuadrados”.
El PSE-EE, la única formación de la izquierda que ha secundado la medida, ha tenido un perfil mucho más bajo. Aroa Jilete ha asumido que toca preservar el “relevo generacional” y responder a las demandas del sector. Ha abogado, asimismo, por una caza “bien gestionada y sostenible”. Ha recordado que “la figura del ayudante” no implica el uso de armas, por lo que no llevarán escopeta tampoco los menores. Finalmente, ha dado las gracias a PP y Vox por sumarse a la propuesta de las formaciones del Ejecutivo.
La portavoz 'popular', Ana Morales, ha recordado que fue su partido el que promovió el debate en otoño. Ha defendido que los menores acudan a las monterías por ser una “puerta de entrada a la afición” y ha criticado el “ecologismo muy mal entendido” de quienes se oponen a que niños y adolescentes participen en estas actividades. De hecho, tanto ella como la representante de Vox han subrayado que la ley permite a algunas menores abortar sin consentimiento parental como contrapunto a este tema. Ha cerrado su intervención señalando que cada jabalí abatido con empresas externas supone un coste de 2.500 euros por cabeza.
“Los niños deben ir a ver el entorno de la caza”, ha dicho Amaia Martínez Grisaleña. La portavoz de Vox regentaba un negocio de armería y ella misma ha contado que su hija, con nueve años, ha participado ya en lo que ahora se iba a autorizar. Llegaba a casa “emocionadísima” de lo que veía. “Y yo también he ido a cazar y no me ha transtornado mentalmente”, ha agregado.
La satisfacción de los cazadores
Itxaso Etxebarria, de EH Bildu, ha insistido en la tesis de que la derecha “ha ganado” con este debate. “¿Les parece esto serio? ¿Han pensado qué pinta un niño de dos años en una batida de caza mayor? ¿Han pensado que incurren en una negligencia de su deber legal de proteger a los menores?”, se ha preguntado. La coalición ha visto decaer una enmienda para dejar en 16 años la edad mínima para poder participar en las batidas, en “coherencia” con otras actividades regladas. El PNV le ha recordado que con 14 ya es posible obtener una licencia de armas.
“Tengo una pregunta -ha replicado Etxebarria-. Estamos en una situación demográfica complicada en la mayoría de los ámbitos. Cuando se necesite mano de obra, ¿qué van a hacer? ¿Eliminar la escolarización obligatoria para garantizar el relevo en la hostelería, por ejemplo?”.
Jon Hernández, el representante de Sumar, ha revelado que su familia le llevó a cazar cuando tenía 13 años. Desde esa experiencia personal, ha añadido que “obviamente” su posición es “contraria”. “No es un debate de si caza sí o caza no. Tal y como está redactada, lo que pretende [esta reforma] es la participación de menores sin límite de edad”, ha explicado antes de criticar la “demagogia” de los defensores de la medida, particularmente los comentarios sobre Bambi o los accidentes de tráfico del PNV. Ha indicado que 89 personas resultaron heridas y 32 fallecidas de accidentes con armas en España entre 2022 y 2024. También ha subrayado la “cobardía” del Gobierno al tramitar la iniciativa como propuesta de los partidos y no como proyecto de ley “para evitarse informes”.

Aritz Ezeiza, asesor jurídico y portavoz de los cazadores, ha comentado a los periodistas tras la aprobación de la ley que hacen una “valoración muy positiva”. La normativa tenía un “agujero” y ahora se ha regulado bien la figura de los “ayudantes”. “Todos somos adultos y un padre nunca pondría en riesgo a su hijo”, ha señalado también. Preguntado si ahora, al margen de la ley, los menores ya acudían a batidas, como han mostrado con ejemplos personales los parlamentarios de Vox y de Sumar, ha explicado que “todo aquello que no está prohibido está permitido”. Y ha manifestado que el ciclismo o el montañismo también son peligrosos y que ahí no se prohíbe que los practiquen menores.
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