Aristóteles, Descartes o Galileo: cómo la meteorología surgió gracias a grandes genios

El 23 de marzo tiene lugar el Día Meteorológico Mundial, una jornada conmemorativa de esta ciencia que se celebra desde 1961, un año después de que fuera establecida por la Organización Meteorológica Mundial para poner de relieve la contribución fundamental que aportan los servicios de esta ciencia para la seguridad y bienestar de la sociedad, sobre todo en un contexto de cambio climático que da lugar a fenómenos extremos.
Cómo y dónde surgió la meteorología: Aristóteles, uno de sus artífices
Tales de Mileto es quien se considera es el padre de la meteorología, al haber sido uno de los primeros que se dedicó a su estudio. Esta estuvo marcada desde su comienzo en creencias sobrenaturales y asociada a los astros, y comenzó su andadura como ciencia en la antigua Grecia entre los siglos VII y VI.
Sería, sin embargo, Aristóteles el primero que haría un mayor estudio de esta ciencia y quien fue clave para su difusión. De hecho, es considerado el padre de la palabra ‘meteorología’, que surgió de la unión de los términos griegos “meteoros” que significa ‘alto en el cielo’ y “lógica”, que hace referencia al ‘conocimiento’.
Aristóteles firmó su primer tratado sobre meteorología sobre el 340 a.C, que se basaba en un conocimiento muy intuitivo, pero fue el primer acercamiento notable a la materia, que era entendida por el filósofo con un significado más amplio del que tiene actualmente.
El surgimiento de la meteorología moderna bebe de los estudios de Aristóteles, que fueron traducidos por los árabes, en Al-Andalus, y serían sobre los que se basaría uno de los precursores de la climatología moderna, el español José de Acosta, en el siglo XVI.
Galileo: inventor de uno de los instrumentos clave de la meteorología
El considerado padre de la astronomía, entre otras ciencias, Galileo Galilei, tuvo también un papel fundamental en la evolución de la meteorología hasta lo que conocemos hoy en día, al ser el inventor del termómetro, uno de los instrumentos clave para medir variables meteorológicas, en este caso la temperatura.
Galileo inventó el termómetro al comienzo del siglo XVII, concretamente en 1607, y junto a la aparición de otros elementos como el barómetro, fueron uno de los impulsos para la meteorología moderna, y serían el germen para que surgieran bases de medición. Otra de las aportaciones de Galileo a esta ciencia fue el estudio de los vientos alisios, que habían llevado a diferentes gestas en la navegación como la llegada de Cristóbal Colón a América.
Descartes, y las primeras discusiones de meteorología
René Descartes también fue otro de los grandes científicos de la historia que tuvo su aportación en la meteorología, en concreto, realizó experimentos para comprender la relación entre la presión atmosférica y los cambios del clima, lo que sentó las bases para el desarrollo de esta ciencia.
Descartes publicó ‘Les météores’, tratado sobre meteorología que, aunque contenía afirmaciones falsas, supuso la primera discusión moderna de meteorología. Una de las conclusiones que acertó el filósofo y matemático fue que el calor es una forma interna de movimiento.
El invento del telegrafo en el siglo XIX dio un importante espaldarazo para la instrumentalización de la meteorología, que fue ampliando su estudio y difusión, con sus bases más conectadas, con personas claves como el noruego Vilhem Bjerkes, considerado padre de la meteorología moderna, y el desarrollo de tecnología como los radares para detectar y rastrear tormentas.
0