El centro de supercomputación de León Scayle logra el Premio Transformación Digital de la Asociación Aslan

El Centro de Supercomputación de Castilla y León (Scayle) ha recibido el Premio Transformación Digital de la Asociación Aslan (formada por fabricantes, operadores, integradores, centros de datos y proveedores de servicios cloud comprometidos con la innovación TIC y ciberseguridad) dentro de la categoría de ‘Infraestructuras digitales al servicio de las administraciones públicas’ por la renovación del superordenador Caléndula. Esta distinción constata “el impulso de la Junta de Castilla y León a la investigación científica y al desarrollo de la inteligencia artificial”, además de trabajos en simulación de computación cuántica.
En el año 2024, tras una inversión de 6,2 millones de euros del Ejecutivo autonómico, el superordenador Caléndula multiplicó por diez su potencia de cálculo, hasta llegar a los 7.000 teraflops; es decir, tiene la capacidad de realizar 7.000 millones de millones de operaciones por segundo o de leer en un solo segundo 12.000 libros de la extensión de El Quijote. Ello lo posiciona como el segundo supercomputador más potente de todo el país, sólo por detrás del MareNostrum del Centro Nacional de Supercomputación BSC.
Caléndula tiene aplicación en diferentes ámbitos para mejorar la vida de las personas, la competitividad de las empresas y la eficacia de la administración. La ampliación de su capacidad permite realizar miles de experimentos científicos a la vez mediante simulaciones para acelerar, por ejemplo, el descubrimiento de nuevos medicamentos; mejorar la detección precoz, la precisión en los diagnósticos y la efectividad de las terapias.
Junto a esto multiplica el potencial de las empresas, lo que se traduce en la mejora del diseño de sus prototipos y la optimización de la logística, energía y los procesos industriales.
También, el campo se beneficia de la potencia de cálculo que ofrece Caléndula, ya que mejora la predicción de los fenómenos atmosféricos y de la propagación de los incendios, el control de las enfermedades de las plantas o la selección del ganado, tras una inversión total de veinte millones de euros.