Cómo cambiar la titularidad de un vehículo de forma sencilla

Al comprar un coche de segunda mano, hay un trámite que no se puede esquivar: el cambio de titularidad. No es suficiente con un acuerdo entre el comprador y el vendedor, ya que la Dirección General de Tráfico (DGT) exige formalizar la nueva propiedad. Para ello, hay que presentar el impreso oficial y completar el proceso, ya sea por Internet o en una Jefatura de Tráfico. Sin este paso, los problemas pueden acumularse y derivar en sanciones o situaciones legales complicadas.
Cada año, se registran alrededor de 400.000 cambios de titularidad en España. La normativa establece requisitos específicos en función del motivo de la transferencia, ya sea por compraventa, donación o herencia. También existen plazos determinados que hay que cumplir para evitar sanciones. Un error en el proceso puede derivar en inconvenientes que, en muchos casos, afectan tanto al antiguo propietario como al nuevo titular.
¿Quién es el dueño? Así se comprueba la titularidad
El reconocimiento legal de la propiedad de un vehículo se realiza inscribiéndolo en la DGT a nombre del titular correspondiente. Esta inscripción no solo identifica al dueño, sino que también vincula la información del vehículo con su historial de mantenimiento, inspecciones técnicas y posibles cargas pendientes. De hecho, es posible consultar la titularidad de un coche mediante su matrícula. Sin embargo, solo pueden acceder a estos datos aquellas personas que acrediten un interés legítimo, según la normativa vigente.
Para verificar la titularidad de un vehículo, la DGT ofrece dos tipos de informes. El informe reducido, que es gratuito, proporciona información básica como la fecha de matriculación y la existencia de incidencias en el trámite de cambio de nombre. En cambio, el informe completo, que tiene un coste de 8,59 euros, detalla la identidad del propietario, el municipio donde está registrado, el historial de ITV y el kilometraje. Esta última opción es recomendable para quienes estén valorando la compra de un coche de segunda mano y quieran conocer su historial antes de cerrar la operación.

No todos los vehículos pueden cambiar de titularidad de manera inmediata. Para realizar este trámite, el coche debe cumplir con ciertos requisitos administrativos. En primer lugar, debe estar en situación de alta y no tener impuestos pendientes. También es obligatorio que haya pasado la ITV correspondiente y que no tenga multas impagadas. Además, en caso de que el coche tenga algún tipo de embargo o precinto, el comprador deberá firmar un documento en el que declara ser consciente de esta situación.
Cuánto cuesta cambiar la titularidad
El proceso puede realizarse de forma telemática con un certificado digital o presencialmente en cualquier Jefatura de Tráfico. Los documentos que deben presentarse incluyen el justificante del pago de tasas, la matrícula del vehículo, los DNI de comprador y vendedor, el contrato de compraventa y el comprobante del Impuesto de Transmisiones Patrimoniales. Este último varía entre el 4 % y el 6 % del precio del coche, dependiendo de la Comunidad Autónoma.
En cuanto a las tasas de tráfico, cambiar de titular un coche tiene un coste de 55,15 euros, mientras que en el caso de los ciclomotores la tarifa es de 27,57 euros. Para vehículos procedentes de Canarias, Ceuta o Melilla con destino a la península o Baleares, se añade un suplemento de 8,59 euros. El pago solo puede realizarse con tarjeta, ya que la DGT no acepta efectivo.
Casos especiales: herencias, donaciones y divorcios
El supuesto más común de cambio de titularidad es la compraventa entre particulares. En este caso, el comprador tiene un plazo de 15 días para notificar la transferencia a Tráfico y enviar al vendedor una copia del nuevo permiso de circulación. Si este trámite no se realiza y el anterior propietario sigue figurando en los registros, debe notificarlo a la DGT para evitar responsabilidades futuras.

También existen otros casos en los que es necesario realizar el cambio de nombre de un coche. En situaciones de herencia, además de los documentos habituales, se debe aportar el justificante del impuesto de sucesiones y la declaración responsable del cambio de titularidad por fallecimiento. Cuando se trata de una donación, el documento de transmisión debe especificar que no hay contraprestación económica y se debe acreditar el pago del impuesto correspondiente.
En caso de divorcio o separación, es necesario presentar la sentencia judicial o el convenio regulador que indique quién se queda con el vehículo. Este trámite es imprescindible para evitar problemas en el futuro y asegurar que el coche esté registrado a nombre de la persona correcta.
El cambio de titularidad no solo es obligatorio, sino que garantiza que la propiedad del vehículo quede reflejada legalmente, evitando complicaciones tanto para el comprador como para el vendedor. Un simple descuido en este trámite puede derivar en sanciones o dificultades administrativas. Por eso, conocer el proceso y asegurarse de que se realiza correctamente es fundamental en cualquier operación de compraventa de un coche usado.
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