Bróders, la plataforma que busca mitigar el auge de la 'manosfera': “Los jóvenes se sienten solos y desconcertados”
“Parece que era justo el momento de lanzar un proyecto como este”, dice Jesús Moreno, psicólogo especializado en masculinidades, y coordinador de proyectos de la Fundación Iniciativa Social. Habla de Bróders, una recién nacida plataforma de escucha y acompañamiento dirigida a chicos jóvenes, de entre 14 y 19 años.
Esta fundación se unió junto a la organización Laintersección para impulsar esta idea: “Vimos titulares de cómo muchos chicos están virando a posiciones antifeministas, o se están dejando llevar por la 'manosfera'. Nos pareció que merecía la pena investigar más al respecto. Lo que hicimos fue indagar en redes sociales como Tiktok o Instagram, además de revisar bastantes informes y hablar con personas que estaban tratando el tema de las masculinidades jóvenes”, explica Anxela Iglesias, cofundadora de Laintersección y consultora de comunicación.
“De lo que nos dimos cuenta es que sí que es verdad que hay una realidad preocupante, pero que no tenía mucho sentido generalizar, sino que igual era más productivo tratar de entender qué es lo que estaban necesitando o qué estaban echando en falta los chicos jóvenes. Una de las conclusiones más importantes que tuvimos es que la mayoría de ellos sentían mucha necesidad de hablar de temas muy diversos, pero que en el espacio online solo estaban encontrando lugares bastante tóxicos para ello”. Nació, así, una idea de “alternativa” a esa “toxicidad de las redes sociales”.
En las aulas realizan un ejercicio que consiste en darle unos folios a varios grupos de chicos y pedirles que dibujen a un hombre. Los jóvenes lo hacen. Después, les preguntan cosas como qué es lo que siente ese hombre que han dibujado. La mayoría escriben: "soledad" o "nada".
“Llevamos un tiempo escuchando que viene el lobo, y ahí están los últimos resultados del CIS, y los últimos resultados de intención de voto, pero no había una alternativa”, afirma Moreno. “Deberíamos haber empezado todo esto antes porque ahora estamos en un punto en el que los chavales ya están muy distantes. Nos toca ponernos las pilas rápido porque cada minuto cuenta. Que haya solamente un proyecto con este enfoque es ya una mala noticia en sí misma”, corrobora Lionel Delgado, filósofo, doctor en Sociología y uno de los técnicos del proyecto.
La perspectiva adultocéntrica desde la que la sociedad acostumbra a mirar y a actuar podría haber sido uno de los errores cometidos. “Acostumbramos a ir a los chavales a decirles lo que deberían creer, pensar, o lo indignas que son sus posturas, en lugar de tener una escucha genuina para conocer de dónde vienen, qué necesitan, y por qué se sienten de esta forma”, abunda.
Soledad e incertidumbre
Soledad e incertidumbre. Esas son las emociones más pegajosas que están experimentando los chicos jóvenes. Moreno y Delgado lo ven en los talleres que realizan con ellos desde hace años. Moreno, por ejemplo, acostumbra a realizar una dinámica grupal llamada 'El hombre que quieres ser'. El ejercicio consiste en darle unos folios a varios grupos de chicos adolescentes y pedirles que dibujen a un hombre, sin más indicaciones. Los jóvenes lo hacen y, cuenta, “casi siempre sale el mismo tipo de dibujo: el modelo de masculinidad hegemónica más chunga”.
Después, les preguntan cosas como qué es lo que siente ese hombre que han dibujado. La mayoría, sostiene, escriben: “soledad” o “nada”. “A mí cuando me dicen lo de ‘soledad’, me destrozan. ”Se sienten muy solos o tienen la perspectiva de que lo van a estar“, relata. En esto, explican, juega un gran papel el tipo de relaciones que suelen tener con otros hombres. ”Según los estudios, aunque los chicos suelen tener más vínculos que las chicas, sienten que son de peor calidad. Sienten que están más solos. Eso se remite a la falta de espacios donde poder mostrarse vulnerables, los problemas comunicativos que tienen entre ellos, las culturas que se generan en torno a la masculinidad“, expone Delgado.
Hasta ahora nos hemos centrado más en esa parte de negación de lo que son o de lo que no deberían ser, y nos ha faltado una proposición
Esa mochila emocional que llevan consigo, sumada a la ruptura de gran parte de los pactos sociales que había respecto al bienestar, como “estudia y conseguirás un buen trabajo”, y a la actual crisis de la masculinidad, han formado el caldo de cultivo perfecto para que se abracen a los mensajes neoliberales o “manosféricos”. Habla de ello Pamela Palenciano, actriz de teatro y activista feminista que ha promocionado Bróders en sus redes sociales: “Ellos se encuentran perdidos, no saben qué hacer. Ante la falta de referentes se ha colado más rápido lo agresivo y el discurso neoliberal”.
La grieta por la que se ha colado 'la manosfera'
La 'manosfera' ha sabido dar respuestas sencillas a problemas complejos, además de aprovechar que, opina el psicólogo, “hay debates en el feminismo que aún están inconclusos”, como, por ejemplo, ¿qué es un hombre igualitario? “Cuando decimos un hombre igualitario decimos que es un hombre que no violenta. Vale, pero la definición de las cosas no pueden ser por lo que no son, sino por lo que son, por lo que proponen. Hasta ahora nos hemos centrado más en esa parte de negación de lo que son o de lo que no deberían ser, y nos ha faltado una proposición”, afirma.
“Hemos dicho: 'el patriarcado también os afecta a vosotros, y tenéis derecho a llorar, pero lo hemos dicho como 'corriendillo'. Muchas feministas estábamos esperando a que ese discurso lo protagonizaran otros hombres, y eso prácticamente no ha ocurrido”, sostiene Palenciano. “También, y me estoy refiriendo solo a los chicos adolescentes, creo que nos hemos equivocado con ellos en las aulas. De algún modo, nos tienen miedo a las feministas, y eso es una pena”.
Hemos dicho: 'el patriarcado también os afecta a vosotros, y tenéis derecho a llorar, pero lo hemos dicho como 'corriendillo'. Muchas feministas estábamos esperando a que ese discurso lo protagonizaran otros hombres, y eso prácticamente no ha ocurrido
“Ha habido una falta de escucha, de acogimiento, y de sostén en torno a lo que están viviendo, cuando ni siquiera saben cómo comportarse como chicos ni con sus amigos, cuando no saben exactamente cómo reaccionar ante diferentes violencias. Al ver que los chavales se estaban yendo a discursos de Roma Gallardo, a esa reacción ultraderechista, en las aulas no hemos sabido cómo trasladar un mensaje que los acercara”, reflexiona, y recalca que no sabe si tiene “la verdad”, pero es una “intuición” que le ha nacido tras llevar tantos años trabajando con estos perfiles adolescentes.
Abordar el feminismo desde dinámicas o propuestas que les lleven a ellos mismos a sacar sus propias conclusiones, en lugar de darles charlas al uso, piensan que puede dar resultados. “Nos faltan puertas de entrada a la mirada feminista, porque no existe un colectivo 'total' de hombres. Hay muchísimas intenciones distintas, muchísimos momentos vitales. Por ejemplo, yo siempre intento distinguir muy bien lo que son los chavales reactivos, de los antifeministas, de los que tienen simplemente dudas, y a veces los metemos en el mismo saco. Y las herramientas que hay que usar con ellos van a ser muy distintas”, abunda el sociólogo.
Bróders, un lugar al que podrán acudir
Relaciones y amor, sexualidad, fake news, tristeza, presión estética, el triunfo y el éxito, así como las dinámicas de violencia que existen. Son algunas de las cosas sobre las que los jóvenes necesitan hablar, según sus investigaciones. En base a ello, en Broders.es hay un foro donde los chicos pueden preguntar y debatir, un chat con voluntarios especialistas formados para ofrecer apoyo, la posibilidad de solicitar citas con profesionales para recibir orientación, además de vídeos y textos sobre diferentes temas que les pueden generar inquietudes.
Los pilares fundamentales de esta plataforma son las conversaciones “uno a uno”, el anonimato, y la seguridad. Se trata de un proyecto colectivo en el que participan ya más de 60 personas voluntarias (y están buscando más, de cualquier género) y que cuenta con el asesoramiento de más de un centenar de personas activas. Está inspirado en Killar, una iniciativa sueca que lleva años dando buenos resultados.
“Hay filtros para evitar el odio y el trolleo. Creemos que es un espacio en el que pueden hablar entre ellos de forma genuina, auténtica y segura, sin sentir que les van a insultar o les van a decir de todo por preguntar lo que sea. Como, por ejemplo, que esa persona siente que su pene es muy pequeño”, explican. Los chats en abierto están ya teniendo intervenciones sobre cómo gestionar los celos, sobre si la masturbación es algo malo, sobre cómo sobrevivir al bullying, o acerca de cómo poder abordar inseguridades físicas.
“Estoy sufriendo bulling y no puedo más. Se meten conmigo en clase y ahora también por guasap” o “Mi novia habla con todo el mundo y a mí me dan muchos celos. Ella se enfada conmigo cuando me dan” son algunas de las entradas del chat de la plataforma. “Se nota que los chicos vienen al chat diciendo: 'jo, me da vergüenza comentar esto en mis círculos', y comienzan chats larguísimos. Se sienten escuchados y validados”, cuenta el sociólogo.
La inteligencia emocional es un músculo que si no se entrena poniéndolo en práctica, no se da. Y es que no hay prácticamente espacios donde los chavales puedan hablar de manera segura y clara sobre estas cosas.
“Al final la inteligencia emocional es un músculo que si no se entrena poniéndolo en práctica, no se da. Y es que no hay prácticamente espacios donde los chavales puedan hablar de manera segura y clara sobre estas cosas. No van a aprenderlo de teoría, sino de práctica: sincerándose, vulnerándose”, prosigue.
¿Cuál es la propuesta 'en positivo' de Bróders? Subvertir los valores alentando a la colaboración por encima de la competitividad, o el autocuidado y el cuidado hacia los demás por encima del solamente ‘no violentar’. “Esto ya no entra en si te consideras lo 'suficientemente' feminista, porque a ver qué quiere decir eso. Ahí tenemos a los referentes, que se nos están cayendo por todos lados”, manifiesta Moreno.
Quieren que los jóvenes conozcan esta plataforma y que sepan que es un lugar al que pueden acudir, y ya están buscando la forma de escalarlo a un formato presencial. “Estamos teniendo un muy buen recibimiento. Sobre todo, estamos desbordados a nivel de redes. Ya hemos tenido propuestas de muchísimos institutos, entidades juveniles, está habiendo mucho interés, porque creo que estamos tocando una tecla que era totalmente necesaria”, concluye Delgado, y anima a cualquier persona que esté interesada a sumarse como voluntaria así como a contribuir a darle visibilidad al proyecto en redes sociales.
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