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ANDALUCES EMIGRAOS
En América no se habla andaluz

Se escucha mucho últimamente esto de que las hablas americanas incluyen elementos de las hablas andaluzas. Recientemente, la influencer jerezana Sandra Ruiz publicaba un reel acerca de la similitud del habla del reggaetonero Bad Bunny y la andaluza. Ruiz, con mucha razón, apunta a los elementos en común que tiene nuestra lengua a cada lado del charco.
En los comentarios, muchos han criticado a Ruiz acusándola de una visión colonialista de la lengua. Y no es de extrañar cuando uno considera que en América no se sabe qué es el andaluz. Un estudio realizado en la Universidad de Antioquia en Medellín, Colombia, encontró que solo el 4% de la población identifica la variedad andaluza. Y, al no saber del andaluz, tampoco saben de nuestra historia.
En lo personal les puedo decir que en más de una década viviendo en el continente americano ha habido un total de una persona nativa de aquí que me escuchó hablar y me dijo “eres andaluza”. Y era descendiente de emigrantes cordobeses.
Por eso, a mí siempre me ha molestado un poco esto del supuesto andalucismo del habla americana, por varias razones, entre ellas, que los acentos de distintos países y regiones son muy diferentes. Del puertorriqueño al chileno o al mexicano hay mucha distancia. Si alguna vez has escuchado hablar a un boliviano, seguramente has pensado “pero si parece gallego”. Y lo de Argentina ya, ni te digo. ¿Cómo explicamos el acento argentino?
Buesa dice que muchos estudios que han intentado buscar la conexión se han referido al léxico. Es decir, han buscado similitudes entre el vocabulario andaluz y el americano
Y, no digo que no exista una parte de razón, a esos que ponen el origen del español americano en Andalucía, que sí la hay. En Hispanoamérica se sesea, igual que en Sevilla y en Canarias. En aquel entonces de la conquista, los de este lado fueron a aquel lado. Tiene sentido pensar que fue el acento sevillano el que extendió el seseo.
Pero. Pero. El seseo es solo un rasgo de todos los que conforman las hablas andaluzas y americanas. Yo, que por ser del área metropolitana de Sevilla, tiendo al seseo, tengo el recuerdo de entrar a una tienda en Chile y pedir una marraqueta, que es una especie de bollo, por favor señora, y que la señora me mirase como si hubiera entrado un velociraptor a su tienda.
En este estudio de 1990 de Tomás Buesa se elaboran una serie de problemas con esta supuesta conclusión de que el andaluz y el español de América son similares. Buesa dice que muchos estudios que han intentado buscar la conexión se han referido al léxico. Es decir, han buscado similitudes entre el vocabulario andaluz y el americano.
Algunos ejemplos a resaltar: alcaucil, achucharrar, achantarse, alharaca, ajetreo, abanico, arveja. (Se ve que empezaron con la A del diccionario). Y como estas palabras, muchas otras que cuando escucho a mis amigas mexicanas decir me recuerdan a mi abuela. El problema es que, si es verdad que tenemos términos en común, muchos de estos eran comunes en toda España en el tiempo antes de la conquista española. Algunos de ellos son evoluciones paralelas, o incluso términos de otras comunidades.
Muchas de las palabras que encontramos en común en los léxicos hispanoamericanos y andaluces son lo que se conoce como arcaísmos, o palabras que eran comunes en el español antiguo y que se han mantenido tanto en Andalucía como en territorios de América
Lo que es verdad es que en aquel entonces de 1492, el seseo de la zona de Sevilla ya estaba documentado, según este artículo de 2023 de Lola Pons para la Universidad de Sevilla. Pero, como dice Buesa, el léxico andaluz de aquel entonces era muy similar al del resto de España, y se ha ido diferenciando con el tiempo. Muchas de las palabras que encontramos en común en los léxicos hispanoamericanos y andaluces son lo que se conoce como arcaísmos, o palabras que eran comunes en el español antiguo y que se han mantenido tanto en Andalucía como en territorios de América.
Entonces, si no es el vocabulario, ¿qué fue lo que llevamos del habla andaluza a través del Atlántico? Pues lo dice Pons, “la preponderancia humana, el hecho de que andaluces y extremeños predominaran en esa primera corriente migratoria”, además de la importancia del puerto de Sevilla. Pero, sigue Pons, a pesar de que el inicio de las variedades lingüísticas del español en América fuese ese seseo que se puede trazar hasta Sevilla, la influencia se queda ahí.
Entonces, las bases de las hablas americanas fueron puestas probablemente por hablantes sevillanos (el seseo), pero la evolución ha diferenciado las hablas hasta que son como las vemos hoy. Como dice Pons, “una lengua no es solo lo que fue constitutivamente, una variedad no se puede medir por sus primeras décadas de vida”.
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