El PP andaluz agota el 80% de sus candidatos en las listas al Parlamento y se queda sin banquillo a mitad de legislatura

La fortaleza del PP de Juan Manuel Moreno en Andalucía tras ganar en apenas dos años las elecciones autonómicas, municipales, generales y europeas ha provocado a su grupo parlamentario una situación insólita en la historia de la Cámara autonómica.

Los populares han gastado ya el 79,8% de sus candidatos en las listas al Parlamento andaluz y en algunas provincias, como Almería o Córdoba, han llegado hasta el último de la papeleta, donde los partidos suelen colocar candidatos con nulas opciones de salir elegidos o con la presencia simbólica de dirigentes destacados.

Por ejemplo, en 2015, el hoy presidente de honor del PP andaluz, Javier Arenas, cerró la lista por Almería en el puesto cuatro -aunque no iba a recoger el acta- y ahora es el expresidente de la Diputación almeriense, el histórico Gabriel Amat, quien ocupa el último puesto de la lista en las autonómicas de 2022, y que será llamado a ocupar un escaño si se produce otra baja en su grupo.

Cada partido concurre a las elecciones andaluzas con 109 candidatos, uno por cada escaño del Parlamento andaluz. El PP de Moreno sacó 58 diputados en las autonómicas de 2022 -tres por encima de la mayoría absoluta- pero, desde entonces, 22 de ellos (un 38%) han abandonado la Cámara por distintas razones. Doce renunciaron a sus actas para concurrir como candidatos a la Alcaldía de sus pueblos o ciudades en las municipales de mayo de 2023.

Otros parlamentarios renunciaron porque acaparaban muchos cargos públicos y responsabilidades orgánicas, caso de la reciente salida del diputado por Granada Jorge Saavedra, que era el portavoz de su grupo en Educación, además de secretario general del partido en su provincia y concejal de Presidencia en el Ayuntamiento nazarí. O el fallecimiento, con apenas 40 años, de la diputada por Sevilla María Díaz Cañete. Los exconsejeros Elías Bendodo y Juan Bravo dejaron sus actas para entrar en la dirección del PP nacional y en las listas del partido al Congreso en las generales de julio de 2023.

El PP andaluz fue agotando su banquillo para lanzar desde el Parlamento a sus candidatos a las municipales, pero también hubo siete suplentes en sus litas que declinaron recoger el acta, obligando al partido a seguir llamando a los nombres más retrasados en la candidatura. En la provincia de Almería, donde se juegan 12 escaños, el PP ha llegado hasta el puesto undécimo de su lista, Mónica Morales, que se incorporó a la Cámara andaluza el pasado julio.

En Córdoba, otra de las provincias donde los populares arrasaron en las autonómicas, los de Moreno tienen siete diputados, tres se marcharon, y ya han consumido 11 de los 12 candidatos electos. En Málaga, donde se juegan 17 escaños, el PP cuenta con diez en el Parlamento, se marcharon cuatro, y les quedan los dos últimos candidatos de la lista por llamar.

En caso de agotar la lista electoral completa en una provincia, los partidos cuentan en la recámara con cuatro suplentes. El PP andaluz roza ese escenario inédito, de ahí que el portavoz del grupo, Toni Martín, haya hecho una consulta a la Ley Orgánica de Régimen Electoral General para saber cómo proceder en caso de que los suplentes renuncien al acta o no puedan tomar posesión por alguna razón.

El artículo 182 de la citada ley establece que, “en caso de que no quedasen posibles candidatos o suplentes a nombrar, las vacantes serán cubiertas por cualquier ciudadano mayor de edad que no esté incurso en causa de inelegibilidad” y esos suplentes “serán designados por el partido, coalición, federación o agrupación de electores” -en el caso del PP andaluz, la Junta Directiva Provincial- “y se comunicarán los cambios a la Junta Electoral correspondiente”.

También los servicios del Parlamento andaluz se han preparado para llegar a este escenario, que no se había dado en las 11 legislaturas anteriores. Ni siquiera cuando el PSOE alcanzó los 61 escaños, en el arranque de la autonomía, porque entonces las administraciones regionales y locales no contaban con estructuras tan formadas, con tantos cargos públicos a disposición de los candidatos en los distintos procesos electorales.