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Dos mujeres al frente de los sindicatos mayoritarios en la Región de Murcia que desafían “la imagen de obrero industrial”

Teresa Fuentes y Paqui Sánchez, futuras dirigentes de CCOO y UGT, respectivamente, en la Región de Murcia

Aurora López / Elisa Reche

Murcia —
7 de marzo de 2025 21:20 h

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Hombre, blanco, heterosexual, duro, con un trabajo de cuello azul en una fábrica, mina o pozo petrolífero: así visualizamos a los líderes sindicales en las películas, el telediario, los libros, la historia. “En la lucha sindical, la fotografía sería la imagen del obrero industrial, presente en el imaginario colectivo”, apuntan las profesoras de la Universidad de Cádiz Eva Bermúdez Figueroa e Irene López García, quienes han estudiado la participación de las mujeres en el movimiento sindical.

Pero 'los tiempos están cambiando'. “Las mujeres se han ido haciendo el hueco en los movimientos sindicales al mismo ritmo al que se han ido incorporando de forma masiva al mercado laboral” a partir de la década de los noventa, afirma Bermúdez Figueroa al teléfono. “En los últimos 30 años ha habido un incremento elevadísimo de mujeres en los sindicatos”.

Muestra de ello es la Región de Murcia, donde por primera vez, si no hay cambios de última hora, dos mujeres asumirán la secretaría general de los sindicatos mayoritarios, UGT y CCOO. Se trata de Paqui Sánchez (Níjar, Almería, 1974), quien asumirá el liderazgo de UGT, mientras que Teresa Fuentes (Molina de Segura, 1976) lo hará en CCOO. Ambos relevos se celebrarán en los congresos de ambas organizaciones, previstos para los meses de marzo y mayo, respectivamente.

Aunque con este doble liderazgo empiece a desmoronarse el techo de cristal sindical en la Región, “todavía estamos lejos de superar la masculinización en los sindicatos”, advierte Bermúdez Figueroa a elDiario.es.

De hecho, muchas han sido las piedras que tanto Fuentes como Sánchez se han encontrado en su camino laboral hasta optar por la dirección de sus respectivos sindicatos. Fuentes fue secretaria general de la Federación de Servicios de CCOO de la Región hasta el pasado mes de enero. En su haber se encuentran los acuerdos alcanzados para la renovación de los convenios de la hostelería y el comercio en la Región firmados en 2023 y 2024 y que habían estado paralizados desde hacía 14 y 10 años, respectivamente.

'Triple carga' para las mujeres

Las sociólogas han descrito los sindicatos en sus investigaciones como “organizaciones masculinizadas o regímenes de desigualdad” y señalan dos grandes barreras “íntimamente imbricadas” que obstaculizan la participación plena de las mujeres en ellas: la falta de conciliación de la vida familiar, laboral y sindical -descrita como 'triple carga'- y “la imagen universal del sindicalista varón, patrón y medida” de las organizaciones sindicales.

“Esto lo he vivido en primera persona, cuando hemos animado a una mujer a ser delegada sindical en muchas ocasiones lo han rechazado porque dice que no tiene tiempo”, explica Fuentes.

La sindicalista también pone de manifiesto cómo ha cambiado CCOO en Murcia desde que empezó a trabajar allí hace 20 años. “Recuerdo que entonces en el órgano de dirección mayoritariamente eran hombres. Eso es algo que ha cambiado. Ahora estamos inmersos en la renovación de cargos y será la primera vez que de las siete federaciones que hay de CCOO en la Región de Murcia, haya cuatro mujeres y tres hombres al frente”.

Estigmatización y control

“Los cuerpos de las mujeres y su sexualidad, su capacidad de procrear y su embarazo y lactancia, el cuidado de los hijos, su menstruación y la mítica emocionalidad, son sospechosos, estigmatizados y utilizados como bases para el control y la exclusión” en el entorno sindical, recogen las profesoras de la Universidad de Cádiz en su investigación de 2019

“El tratamiento diferenciado de la esfera privada (reproducción, familia, cuidados) por parte de las organizaciones como algo separado y ajeno a ellas, sin tener en cuenta la vida de las personas que las conforman, niega una realidad más amplia y más compleja, en la que solo tendrán cabida personas sin responsabilidades familiares y con características tradicional y estereotipadamente masculina”, continúa.

Los datos reflejan una mayor participación de las mujeres en la lucha sindical, pero no en términos de posiciones de dirección. En cuanto a la realidad de CCOO en la Región de Murcia, la afiliación representa un 50,1% de hombres y un 49,59% de mujeres. Sin embargo, en cuanto a personal delegado solo un 41,33% son mujeres frente al 58,67% de los hombres.

A pesar de un incremento de delegadas en CCOO en los últimos cuatro años del 4,76%, “muchas mujeres no se atreven todavía a dar el salto a la delegación y mucho menos a la dirección porque es imposible asumir más trabajo”, ha denunciado la futura líder de este sindicato.

Socialización de género

A pesar de las cifras de afiliación y las apuestas legislativas en cuanto a paridad, sigue siendo notoria la ausencia de mujeres en las secretarías generales de los grandes sindicatos. “Mientras la sociedad siga educando en la socialización de género, no existirá una paridad real”, ha lamentado la doctora en Sociología.

En otro estudio realizado por Bermúdez Figueroa y López García en 2024 revela que “es más probable que las mujeres tomen secretarías asociadas a lo femenino”, ocupaciones laborales relativas al cuidado marcadas por la educación en los roles de género. Por lo que, apunta que “la masculinización en la representación sindical sigue sin haberse superado, ni muchísimo menos”.

Uno de los testimonios recogidos en la investigación de las sociólogas manifiesta que “si los hombres reconocieran a las mujeres no tendríamos que estar peleando para que se nos vea”. Los sindicalistas llegaban a decirle a las compañeras que no se merecían los cargos con más responsabilidad: “Tú estás ahí porque eres cuota”.

La investigadora alerta de que la Ley Orgánica 2/2024 de representación paritaria y presencia equilibrada de mujeres y hombres, ha podido llegar a crear “un efecto perverso a raíz de los discursos difundidos por partidos de extrema derecha”.

Poder simbólico

Bermúdez Figueroa y Sánchez García también reflexionan sobre el “poder simbólico” en las organizaciones sindicales que se relaciona con la capacidad de “imponer los propios significados, valores y reglas”.

“Los recursos de poder simbólico son particularmente significativos, sobre todo a nivel sindical, ya que tales recursos están dominados fundamentalmente por hombres. Esto también incluye formas de comunicación, tales como el control de los debates o charlas en reuniones. Esto puede traducirse, no solo en la monopolización por parte de los hombres de la palabra, sino, además, en la gestión de los tiempos de las propias reuniones”.

Fuentes, quien ha trabajado como analista en los laboratorios de empresas del sector de la conserva y ha también ha sido delegada sindical, ha contado a este diario que en algunas ocasiones la han invalidado por ser mujer en las mesas de negociación. También en su antiguo trabajo. “Una vez me dijeron que no entendía del tema por ser joven e, incluso, se han dirigido a mí como nena o chiquilla”, recuerda la también secretaria de la asociación de ayuda al refugiado Amigos de Ritsona. Asimismo, señala la gravedad de que “no te presten la misma atención que al resto de compañeros y tener que repetir las cosas varias veces”.

Represión por ser delegada sindical

Sánchez, médica de Urgencias que actualmente trabaja en el 061 de la Unidad Médica de Emergencias en Cartagena, subraya que, a diferencia de los prejuicios que subyacen en la sociedad, “las mujeres podemos ser tan duras como los hombres o más a la hora de sentarnos en una negociación. Y, además, somos muy minuciosas”.

Esta fiel defensora de la sanidad pública, tuvo que lidiar con graves problemas de conciliación cuando se encontraba trabajando en el área de Urgencias del Hospital cartagenero de Santa Lucía, al tiempo que se hizo delegada sindical.

Madre de dos hijos con custodia única, uno de ellos con un alto grado de dependencia, divorciada y sin red familiar, Sánchez vivió duras represalias e intentaron suprimirle una adecuación de la jornada para poder llevar a su hijo a las terapias que necesita. “Además de cambiarme de equipo, nunca aparecían los agradecimientos que me dedicaban los familiares de los pacientes en el tablón de anuncios, aunque los auxiliares y celadores me pasaban las copias de estraperlo”.

Más adelante, cuando tuvo una intervención quirúrgica de gravedad le denegaron la reducción de jornada en este mismo hospital, a pesar de que había tres compañeros en su servicio que sí disfrutaban de ella. “Cuando me propusieron liderar la organización no tuve ninguna duda porque soy una persona muy luchadora y resiliente y no quiero que ninguna mujer, ningún trabajador, sufra ni una tercera parte de lo que me han hecho sufrir a mí”.

La pescadilla que se muerde la cola

La brecha salarial, que en la Región alcanza la máxima diferencia del 25%, es descrita por Sánchez como “la pescadilla que se muerde la cola”. “En el 90% de los casos es la mujer la que renuncia al trabajo por el cuidado de la familia. Esto merma su capacidad de poder adquisitivo. Por otro lado, como la mujer gana menos, será ella quien se coja la reducción de jornada. Todo eso redunda en ella y, al final de su vida laboral, también tendrá peor pensión. Esto hay que ir cambiándolo con la corresponsabilidad en el hogar”.

“Las mujeres, entonces, damos un paso atrás, ya no por feminismo o por machismo, sino por la economía del hogar”, añade.

Con respecto al síndrome de la impostora, una experiencia psicológica que sufren en mayor medida las mujeres que no se consideran a la altura de la exigencia profesional, Fuentes cree que se debe, en parte, a la falta de referentes femeninos. “Sentimos esa responsabilidad de hacerlo bien porque estamos siendo un referente y eso es un peso que llevamos”.

En lo referente al acoso sexual en el trabajo, la sindicalista de CCOO de la Región de Murcia subraya que “nunca” han abierto un protocolo de acoso sexual sufrido por un hombre. “Son las mujeres las que son violentadas por hombres en el trabajo, aunque ambos sufren situaciones de acoso laboral. Incluso he llegado a ver hombres que han recibido amenazas de despido por parte de sus empresas por querer acogerse a su baja de paternidad”.

“Poca solidez”

Frente a los ataques de Vox a los sindicatos, ambas recuerdan que “la Constitución se cumple para todos y ellos también reciben una asignación por representatividad a la que no renuncian”, explica Sánchez. Los sindicatos “exclusivamente recibimos esa asignación por participar en las mesas de diálogo social, cuestión que está recogida tanto en el Estatuto de los Trabajadores, como en la Constitución Española e, incluso, en la Ley Orgánica de Libertad Sindical”, amplía Fuentes.

“Es un discurso con poca solidez”, subraya la futura representante de CCOO en la Región, porque mientras el líder regional de Vox, José Ángel Antelo, dice que hay que eliminar las subvenciones a partidos políticos, sindicatos y patronal, “en Cartagena acaba de aprobarse un incremento del 30% para los grupos municipales que a Vox le pareció muy interesante”.

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