Lo que también dice el superávit canario: incapacidad del Gobierno para ejecutar su presupuesto

Este es el tenor de la noticia servida el jueves desde Madrid tras rueda de prensa de la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda del Gobierno español, María Jesús Montero: Canarias cerró el año pasado, 2024, con superávit público de 537 millones de euros, lo que representó el 0,93% de su Producto Interior Bruto (PIB) y el 176,8% más que el mismo registro logrado en el ejercicio anterior (2023).
Hasta aquí todo parece en orden y hasta muy positivo para el balance o la salud financiera de la comunidad autónoma de Canarias, ahora, desde julio del año 2023, con gestión pública bajo el control político del pacto CC-PP y con las áreas económica y fiscal al mando de los populares, con Manuel Domínguez de vicepresidente del Gobierno regional y a la vez consejero de Economía y con su compañera de partido Matilde Asián en la Consejería de Hacienda.
Además, y por si fuera poco con lo anterior, Canarias contribuyó el año pasado, con aquel superávit público de 537 millones de euros, a que el Gobierno del Estado, de PSOE y Sumar, este jueves se vanagloriara de un objetivo político alcanzado en estabilidad presupuestaria y regla de gasto: el déficit de todas las administraciones públicas se cerró en 2024 en el 2,8% del PIB, por debajo del registro de 2023 (el 3,52%), y alcanzó los 44.597 millones de euros. Con ello, se logró mejorar el objetivo comprometido por el Gobierno de Pedro Sánchez con la Unión Europea (UE) y lo exigido en el marco de las reglas fiscales comunitarias (3%); esto es, estar por debajo de la cota del 3% del PIB nacional.
Pero si todo ha salido tan bien y es tan ventajoso para las islas y su contribución en positivo a ese logro en déficit público del Estado en 2024, ¿por qué el Ejecutivo de Canarias aún no ha sacado pecho? En la respuesta a esta pregunta, está, sin duda, lo que también esconde el dato de superávit público canario, que no es otra cosa que la incapacidad del Gobierno regional para ejecutar su presupuesto final en 2024.
El archipiélago, según se recoge en datos oficiales de la Intervención General de la Comunidad Autónoma de Canarias (CAC), fue incapaz de gastar nada menos que 1.286 millones de euros el año pasado (registro de avance). Este superávit presupuestario, que significa que hubo más ingresos que gastos realizados en el ejercicio anual en cuestión, está en el origen del superávit público de Canarias (variable diferente del superávit presupuestario y que se calcula de otra manera) del que la ministra de Hacienda informó este jueves, los 537 millones de euros medidos en términos de Contabilidad Nacional.
Este último valor absoluto de superávit público de Canarias (y también el relativo de que representa el 0,93% del PIB regional) es el más abultado en la historia de la autonomía, una administración pública que empezó a tener superávit desde 2017, tras haberse logrado modificar la Ley 22/2009, del sistema de financiación de las comunidades autónomas, esto en el trámite de aprobación de la Ley de Presupuestos Generales del Estado para 2017. Tal decisión, que contó con los votos imprescindibles de CC y NC en el Congreso, posibilitó desvincular completamente los recursos del REF del sistema de financiación autonómico, algo que antes se hacía.
Sin duda, los superávits continuos de 2017 en adelante se explican, en gran parte, por esa mejor financiación autonómica de Canarias, que obtiene desde entonces más recursos que los que es capaz de gastar o ejecutar al año. Dicho de otra manera: si el Gobierno regional tiene dificultades para gastar lo presupuestado, lo que también ha ocurrido en 2024, pero en este ejercicio peor que nunca antes, el superávit público canario crece, justo lo que ha sucedido con mayor fuerza el año pasado.
Estos son los hechos, lo demostrable, pero luego está el discurso político, que suele ser bien diferente o tiene tendencia a alejarse de la realidad, pues es verdad que de forma continua el Gobierno de Canarias, en general, se queja de que obtiene del Estado pocos recursos, de que las islas están infrafinanciadas. Es lo que se afirma a menudo, esto o bien que no se aplique la regla de gasto (se ha activado en el ejercicio de 2024, tras la suspensión de 2020 a 2023 por los problemas con la pandemia de la covid) para poder aplicar más ingresos.
Luego, de nuevo la realidad de los datos y los registros oficiales, resulta que Canarias no es capaz, al menos hasta hoy, de ejecutar su propio presupuesto final. Pasó antes, desde 2017, y ocurre ahora, en 2024, pero en este ejercicio alcanzando récords: se obtiene el valor absoluto de superávit público de la comunidad autónoma, medio en Contabilidad Nacional, más elevado de siempre, con 537 millones de euros el año pasado y el que representa en términos relativos la participación más alta en el PIB regional del mismo ejercicio.
Cierto es que en 2018 el superávit público de Canarias alcanzó los 921,4 millones de euros, pero debe recordarse que eso fue así debido a que el Gobierno de España contabilizó dentro de esa variable los 500,4 millones de euros no pagados con cargo al convenio de carreteras que Canarias logró recuperar a través de sentencia del Tribunal Supremo, con lo que el superávit, sin esos 500,4 millones, solo hubiera estado en 421.
Según los datos de ejecución presupuestaria de la Intervención General de la Comunidad Autónoma, de avance y los únicos oficiales servidos hasta ahora para el ejercicio anual anterior, Canarias solo logró gastar el 89,8% de su presupuesto definitivo de 2024, el peor nivel de ejecución presupuestaria desde 2013, pues en 2012 se llegó el 87,8%, según registro para este valor del Ministerio de Hacienda.

En la actual legislatura, la del Gobierno respaldado por CC, PP, ASG y AHI, el balance es del 91% en 2023, con año de gestión compartida con el anterior Ejecutivo, el presidido por el socialista Ángel Víctor Torres, dentro de una alianza política de PSOE con NC, Sí Podemos y ASG. En esta etapa, los niveles de ejecución fueron los siguientes: 2022, el 91,8%; 2021, el 94,1%; 2020, el 94,4%, y 2019, ejercicio también compartido por ejecutivos autonómicos de distinto signo político, el 91%. El nivel más alto para todos estos años, según datos finales del Ministerio de Hacienda, se dio en 2014, con el 97,4%, entonces con Paulino Rivero de presidente de Canarias, de CC, y con pacto nacionalista con el PSOE.
Hay que recordar que la consejera de Hacienda del Gobierno de Canarias, la popular Matilde Asián, en su defensa del proyecto de Presupuestos Generales de la CAC para 2024, aludió a que el déficit público previsto con esas cuentas era de valor cero, aunque algo más tarde, en el informe económico-financiero que se acompañó como balance del ejercicio de 2024 en la aprobada Ley presupuestaria de Canarias para 2025, ya se admitió un superávit público de la Administración pública canaria de 175,4 millones de euros, medido en Contabilidad Nacional.

Al final no ha sido ni lo uno ni lo otro, sino mucho más, una cantidad tres veces por encima de lo proyectado por la Consejería de Hacienda, pues se ha pasado de esos 175 millones de euros reconocidos hace nada en el citado documento oficial a los 537 finales, los dados a conocer de forma oficial este jueves por el Ministerio de Hacienda.
Implicaciones del bajo nivel de ejecución del Presupuesto de 2024
El análisis de los datos que la Intervención General de la CAC tiene publicados en su sitio web como avance de la ejecución presupuestaria de Canarias por capítulos para el año 2024 permite observar que el Gobierno autonómico liderado por Fernando Clavijo dejó de gastar el año pasado nada menos que 1.286 millones de euros, la cantidad mayor no empleada en la historia de las cuentas de Canarias. Esa cifra equivale a la suma de todo el presupuesto inicial para el mismo año de la Consejería de Bienestar Social, la Consejería de Universidades y el Instituto Canario de la Vivienda (Icavi), los tres departamentos juntos.
Si ya el año 2023, ejercicio con dos ejecutivos de distinta configuración, se dejaron de ejecutar 1.090 millones de euros del Presupuesto, con una ejecución final del 91%, en 2024 se ha batido esa marca absoluta. Cierto, el Gobierno canario ha sido incapaz de gastar el abultado crédito definitivo de 12.638 millones de euros en operaciones no financieras (los capítulos de gasto del I al VII) para el año 2024.
El Ejecutivo canario actual pide y pide más dinero al Estado, pero luego no consigue gastar todo lo que tiene y recibe, nada menos que 1.286 millones de lo que presupuestó finalmente en 2024 y una de las causas principales de que haya cerrado ese ejercicio anual con un superávit público de 537 millones de euros, el medido en términos de Contabilidad Regional.
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