Una agresión cada diez horas: la violencia contra los médicos toca el máximo desde que se tienen registros

2024 registró más agresiones al personal médico que nunca desde que se tienen datos: 847, una cada diez horas, según el último informe del Observatorio contra las Agresiones de la Organización Médica Colegial, que lleva 15 años monitorizando este problema. Desde entonces ha contabilizado 8.108 episodios en las consultas, el equivalente a todos los colegiados en Zaragoza o Asturias.
Casi la mitad de estas agresiones son coacciones o amenazas (48%) y las sufren mayoritariamente las médicas (65%) en Atención Primaria. En este nivel asistencial sucedieron el 47,7% de los incidentes violentos comunicados por los profesionales a sus colegios en 2024, cuatro puntos más que el año anterior. Las agresiones en hospitales descienden dos puntos y se colocan en el 17,9%, por delante de las urgencias hospitalarias (9,5%) y las urgencias de Atención Primaria (8,2%).
Uno de cada diez episodios de violencia acabaron en lesiones físicas, también con las mujeres como las víctimas principales (71%) y un 14% desembocaron en una baja laboral. Además, la mayoría se producen en la sanidad pública aunque han aumentado ligeramente las que ocurren en la privada (17%). Casi la mitad de los agresores eran pacientes programados, aunque a los acompañantes también se les imputan casi uno de cada cinco incidentes.
Muchas de estas agresiones quedan todavía sin denunciar, según ha alertado un año más la Organización Médica Colegial. Menos de la mitad (43,5%) de los incidentes de los que tienen constancia los colegios de médicos se comunicaron a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, que registraron 406 denuncias en 2024.
“También les pasa a los enfermeros y a los fisios”
“Hay violencia y no solo es contra nosotros, también les pasa a los enfermeros o a los fisioterapeutas”, ha apuntado el secretario de la OMC, José María Rodríguez Vicente. La organización solo registra las agresiones a los profesionales médicos. “Es realmente triste que hayamos explicado tan mal que cuando empezamos a los 18 años, nuestra vocación era ayudar a los demás. Parece que vivimos en una sociedad en la que el diálogo se ha deteriorado, el insulto reemplaza al argumento y el respeto se ha ido desplazando por la crispación constante”, ha lamentado también el presidente, Tomás Cobo.
Sobre los motivos, el principal desencadenante vuelve a ser, como registraron ya informes anteriores, la discrepancia con la atención médica (50,9%), seguida de las discrepancias personales (17,3%) y los informes no acordes a las pretensiones (11,6%) que empata con los asuntos relacionados con la incapacidad temporal (11,6%). Respecto a las causas estructurales de las agresiones, es decir, aquellas que no están relacionadas con atención médica o cuestiones asistenciales, siguen aumentando respecto al anterior. Entre los motivos, destaca con un 65,9% el tiempo en ser atendido, seguido de un mal funcionamiento del sistema (34,1%).
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