Acuerdo entre Baleària y el Puerto de València para reactivar la terminal de cruceros en junio

Las obras de la nueva terminal de cruceros que gestionará Baleària en el Puerto de Valencia comenzarán antes de verano si no surgen nuevos contratiempos, después más de dos años de bloqueo. El presidente de la naviera erradicada en Dénia, Adolfo Utor, ha asegurado este miércoles que el problema que se produjo por un conflicto con MSC, que solicitó otra concesión para otra terminal que podía afectar al funcionamiento de la de Baleària, se encuentra prácticamente resuelto con un acuerdo con el Puerto de Valencia.
Utor ha reconocido que “hay un retraso evidente por un recurso”. Pero ha asegurado que si no hay contratiempos las obras podrán arrancar el próximo mes de junio. “No puedo hablar de los detalles, no por falta de transparencia, sino por prudencia. Porque Baleària necesita tener una terminal y en los próximos meses nos gustaría empezar a construirla”, ha manifestado.
El 10 de noviembre de 2022, el consejo de administración de la Autoridad Portuaria de València (APV) aprobó el traslado de la terminal de cruceros de su ubicación actual, alejada por tanto del casco urbano, a los antiguos astilleros de Boluda, junto a los Poblados Marítimos. Tanto el entonces alcalde, Joan Ribó, como el representante de la vicepresidencia del Gobierno del Botánico de Compromís, Ivan Castañón, votaron en contra en coherencia con su oposición a la ampliación del puerto.
La construcción y explotación de la nueva infraestructura se adjudicó mediante una concesión de 35 años ampliable a 50 a Baleària, asociada con Global Ports Holding (GPH) para la gestión de cruceros, con una inversión prevista de 38 millones de euros.
Sin embargo, más de dos años después, las obras no se han iniciado a la espera de que se resuelva la ubicación de la nueva estación de cruceros de MSC, así como los accesos a las infraestructuras, problemas que por lo que ha comentado Utor, están ya prácticamente resueltos.
Como ya adelantó este diario, la naviera más grande del mundo, MSC, pidió una concesión para una segunda estación de cruceros, lo que generó un conflicto con Baleària, única que se presentó al concurso para desarrollar la terminal original, ya que consideraba que los grandes buques de la multinacional suiza atascarán la entrada y salida de sus ferris.
El espacio en el que atracaban hasta ahora los cruceros, ubicado en el dique de la ampliación norte, está en ya en plena demolición como consecuencia de las obras y trasladado a la zona de los antiguos astilleros de Unión Naval.
La operación se podría ver alterada si los juzgados paralizaran las obras de la ampliación norte como consecuencia del litigio que se dirime en los tribunales sobre la validez declaración de impacto ambiental (DIA) de 2007. Con todo, el fallo judicial no se producirá a corto plazo puesto que precisamente este miércoles el juzgado descartó la paralización cautelar de las obras. Acció Ecologista-Agró solicitó la medida cautelar tras conocerse el informe del perito judicial, según el cual, la mencionada DIA no es válida para el nuevo proyecto que se ejecuta.
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