Shibori: la técnica de tinción japonesa para crear patrones en telas de forma casera

Cada segundo se tira o quema el equivalente a un camión de basura lleno de ropa. La cifra, ofrecida por la Fundación Ellen MacArthur, da cuenta de la magnitud del problema: el modelo actual de consumo textil es insostenible. Frente a esta realidad, resurgen técnicas artesanales que permiten alargar la vida útil de las prendas y reducir el impacto medioambiental del sector. Una de ellas es el shibori, un método tradicional japonés de teñido que permite transformar camisetas olvidadas en el fondo del armario en piezas renovadas.
Una técnica milenaria con posibilidades infinitas
El shibori consiste en manipular la tela —doblarla, coserla, comprimirla o retorcerla— antes de teñirla. En función del método utilizado y del tipo de tejido, se obtienen patrones muy distintos. Su uso no solo responde a criterios estéticos: también se ha convertido en una alternativa creativa y sostenible al fast fashion, permitiendo reciclar ropa vieja de forma accesible y con una baja huella ambiental.
Estas son algunas de las principales técnicas de shibori que pueden aplicarse fácilmente en casa:
- Kanoko shibori
Conocida en Occidente como tie-dye, se basa en atar partes del tejido con hilo para formar patrones. Cuanto más fuerte se aten las zonas, más nítido será el diseño. Los círculos generados dependerán de los pliegues y de la disposición de las ataduras.
- Miura shibori
También llamada técnica de los lazos. Utiliza una aguja con gancho para rodear la tela con hilo sin hacer nudos. La tensión mantiene la forma y da lugar a un patrón que recuerda al agua o al humo.
- Kumo shibori
Precisa y meticulosa, esta técnica dobla la tela con exactitud y la cose con firmeza, generando diseños que evocan telas de araña.
- Nui shibori:
Consiste en pasar un hilo por la tela mediante puntadas y luego tensarlo al máximo, ayudándose a veces de una clavija de madera. El resultado es controlado y variado, aunque exige tiempo y paciencia.
- Arashi shibori:
La tela se enrolla diagonalmente sobre un palo, se envuelve con hilo y se arruga hacia arriba. El patrón resultante, siempre en diagonal, recuerda a la lluvia de una tormenta (arashi significa “tormenta” en japonés).
- Itajime shibori:
Emplea bloques o formas sólidas (de madera o acrílico) para bloquear partes del tejido y evitar que el tinte penetre. El resultado son patrones geométricos de gran definición.
De la moda circular a la acción individual
Aplicar técnicas como esta ofrece una herramienta práctica desde el ámbito doméstico para contribuir a la lucha contra la crisis ambiental del sector textil. Frente a la lógica del usar y tirar, el shibori propone una lógica de transformación, donde cada prenda puede adquirir una nueva vida. Según datos de la Fundación Ellen MacArthur, menos del 1% de la ropa que se desecha se recicla para fabricar nuevas prendas.
En un contexto donde la industria de la moda es responsable del 10% de las emisiones globales de carbono y del 20% de las aguas residuales del mundo, buscar soluciones sostenibles, aunque sean a pequeña escala, puede ser un paso relevante hacia una economía más circular y menos dependiente del consumo compulsivo.
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