'Mucha mierda', la película sobre la histórica huelga de actores y actrices de 1975, primer Año Internacional de la Mujer

Febrero de 1975. Una huelga sin precedentes deja a España sin espectáculos teatrales y provoca la suspensión de los rodajes. La dictadura franquista daba sus últimos coletazos, pero este tipo de protestas estaba prohibido y se consideraba un delito.
El 8 de febrero de ese año, los periódicos hablaban de la detención de ocho actores en el Teatro de Bellas Artes de Madrid. Ocurrió a eso de las siete de la tarde durante una asamblea en la que se intentaba informar a la compañía de Juanjo Menéndez de la huelga. Enriqueta Carballeira, Flora María Álvaro, Tina Sainz, Rocío Dúrcal, José Carlos Plaza, Pedro Mari Sánchez, Antonio Malonda y Yolanda Monreal terminaron en prisión.
Así arranca la película documental ‘Mucha Mierda’, dirigida por Alba Sotorra. El proyecto nació en 2021, de la mano de David Lara Films y Quexito Films, con la coproducción de RTVE, financiada por el Ministerio de Cultura y con participación de Movistar + y el Ayuntamiento de Madrid.
“Nos dimos cuenta de que la historia era una joya y que nadie la había contado. Toda la profesión estuvo involucrada en esta huelga, con un movimiento que comenzó en 1972”, cuenta el productor, David Lara, en una entrevista con elDiarioclm.es
En aquella época los actores hacían doble función siete días a la semana, normalmente durante los tres meses que solían durar las representaciones teatrales. A veces, el empresario de turno añadía alguna función extra y a eso se sumaban los ensayos, que no solían remunerarse.
“Vi a José María Rodero casi implorando a don José Tamayo, cuando se hacía ‘Calígula’, para librar un lunes por la noche”, comenta José Sacristán. En 1972 Juan Diego y Concha Velasco fueron despedidos cuando pidieron descanso semanal en las representaciones de la obra del dramaturgo de Guadalajara, Bueno Vallejo, La llegada de los dioses, en el madrileño Teatro Lara.
La chispa de la indignación prendió. Las y los profesionales se organizaron para plantear sus reivindicaciones. “Fue algo extraordinario en una profesión que no se caracteriza por la unión, en la que cada uno venía de su padre y de su madre políticamente hablando”, relata David Lara.
El proceso desembocó en una huelga de nueve días a la que se sumaron más de 400 actores y actrices, cantantes y técnicos. Reclamaban descanso semanal, pago por los ensayos y desplazamientos y, en general, mejores condiciones laborales. Entonces solo había un sindicato, vertical, que englobaba a trabajadores y empresarios. “Los actores y actrices no eran los únicos, había una corriente de protesta social entre mineros, estudiantes, trabajadores de las grandes fábricas. El deseo de cambio era tremendo”.
Lara describe cómo los protagonistas de la protesta “se jugaron la vida para tener derechos laborales y se logró dignificar la profesión”.
Eran ‘cómicos’, los siempre denostados ‘titiriteros’. “Yo creo que venía del Siglo de Oro, a los cómicos no les enterraban en sagrado”, comenta la cantautora Rosa León durante la película.
“¿Tú sabes lo que es esperar a que alguien grite libertad para hacerlo tú y salir corriendo?”, añade la actriz Petra Martínez. “Toda esa atmósfera tremenda de persecución de todo prohibido, de riesgo… Todo eso era la España de los 70”, cuenta la recientemente desaparecida Marisa Paredes.
Ocho actores y actrices fueron detenidos durante una asamblea informativa. Las detenciones se produjeron, según la prensa de la época, por las “perturbaciones” que se registraban en “los espectáculos teatrales de la capital”
Una nota oficial de la Dirección General de Seguridad decía que los piquetes coaccionaban a los actores y actrices. “Sabemos muy bien quiénes sois y quién os manda”, cuenta Tina Sainz que les dijeron. Les llegaron a acusar de “amenazas en forma violenta”.
Fueron interrogados. Las autoridades del régimen dijeron a la opinión pública que pertenecían al Frente Revolucionario Antifascista Patriótico, FRAP, e incluso a algunos se les llegó a vincular con un atentado de ETA. “Daba tanto miedo”, comenta Ana Belén en el documental.
“En el mundo del espectáculo solo un 8% vive de la profesión”
La película fue concebida como “un thriller, con mucha tensión y mucho ritmo”, cuenta el productor. “No quisimos hacer un biopic al uso. Se trataba de llegar al mayor público posible, y sobre todo al público joven”, explica David Lara durante la entrevista. Uno de sus objetivos pasa por homenajear a los protagonistas de aquella gesta en plena dictadura franquista.
“Nos costó mucho financiar la película y el esfuerzo es el mismo que el que se hace para una película de ficción”, reconoce este productor. Después, lamenta, “las ventanas de exhibición para el documental están muy limitadas a los grandes éxitos y es muy difícil que tenga un mínimo recorrido en salas comerciales”.
50 años después de aquellas protestas, “en el mundo del espectáculo solo un 8% vive de la profesión”. Esta es una apuesta por divulgar “la memoria de país”, apunta el productor.
“España es un país polarizado al que le cuesta mucho revisar nuestra historia, de un lado o del otro. Eso no es bueno para sanar”, opina, y cree que “resulta saludable mirar hacia atrás para curar y aprender. Hay que hacerlo de manera pedagógica”, porque de otra forma, advierte, triunfarán “los populismos o la desinformación”.
Esta fue una película de encargo para Alba Sotorra. Nos encanta su mirada como directora documentalista y su militancia feminista. Sabíamos que eso estaría en la película
La película documental se estrenó en la última edición del Festival de Cine de San Sebastián en la sección no competitiva Made in Spain. “Fue muy emocionante. Todavía estaba con nosotros Marisa Paredes. Gustó mucho a los medios y al público”.
Los festivales, apunta David Lara, “son buenos en general para dar salida a las películas que no se proyectarán en salas comerciales. Si son muchos o pocos no lo sé. Deben cumplir la función de movilizar al público”, sobre todo para un género, el documental que “no es muy boyante”. Con esta película se ha apostado por el llamado pase-evento, incluyendo proyección y coloquio. “Nos está funcionando bien”.
Proyección en Toledo, por el 8M
‘Mucha Mierda’ llega a Toledo este jueves 6 de marzo, dentro de la programación de actividades por el 8M, organizada por la Delegación del Gobierno. Después de la proyección del documental se mantendrá un coloquio con el productor David Lara y con el actor Alberto Alonso. “Nos interesa saber qué piensa el público y generar diálogo”. Será a las 19 horas en el salón de actos de la Delegación (con entrada por la calle Alfileritos, 2), en la ciudad de Toledo, y la entrada será libre hasta completar aforo.
“Esta fue una película de encargo para Alba Sotorra. Nos encanta su mirada como directora documentalista y su militancia feminista. Sabíamos que eso estaría en la película”. No hay que olvidar que 1975 fue declarado por ONU como año Internacional de la Mujer. “Las mujeres entonces tenían que pedir permiso a su marido o ir acompañadas para abrir una cuenta en el banco. Y no hace tanto de eso”.
La película, de forma muy “sutil”, dice el productor, es también un homenaje a aquellas mujeres que fueron “muy, muy importantes” para aquella huelga de hace medio siglo.
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