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Madrid prepara cortes en autovías que se encuentren en riesgo de inundación por las lluvias y el desembalse sobre los ríos

Corte del ramal de la M-30 exterior a la M-40 el miércoles por la noche por posible desbordamiento

Somos Madrid

20 de marzo de 2025 12:04 h

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Las intensas y constantes lluvias no dan tregua a Madrid. La Delegación del Gobierno en la región se está planteando implementar cortes de tráfico en las carreteras clave para la acumulación de vehículos: tanto la M-30 y M-40 como las autovías A-6, A-2 y A-5. El riesgo de desbordamiento en el río Manzanares llevó el miércoles por la noche a una primera restricción de acceso en un tramo de la M-40, a la altura del kilómetro 25.

Desde este jueves por la mañana y ante el incesante temporal en Madrid, las autoridades ya sopesan ampliar estas limitaciones para prevenir accidentes o saturaciones en carretera. “Estamos preparando planes de movilidad que permitan a la ciudadanía encontrar alternativas para llegar hasta sus hogares o hasta sus puestos de trabajo”, ha expresado el delegado del Gobierno en la Comunidad de Madrid, Francisco Martín, que lleva reunido desde esta mañana con la Jefatura Provincial de la DGT, representantes de la Guardia Civil y de la Demarcación de Carreteras del Estado para abordar la situación de emergencia.

La vicealcaldesa de Madrid, Inmaculada Sanz, ha alertado del colapso por el agua especialmente en la zona del merendero de Somontes que pasa por el río Manzanares, debido a las crecidas. El problema no es tanto lo que hay como lo que se espera: el nivel de las crecidas es menor que el miércoles por la tarde, pero se advierten fuertes lluvias en la sierra y sobre los desembalses. “No descartamos en estos momentos afecciones muy importantes en la M-30 o en la A-6, a la altura de Puerta de Hierro”, destaca Sanz, que también es portavoz municipal y delegada de Seguridad y Emergencias.

Este mes de marzo ha batido todos los récords de precipitaciones desde que empezaron a registrarse en 1893. El pluviómetro del parque de El Retiro llegó a superar los 180 litros por metro cuadrado, pasando por encima de los 140 L de 2018, la marca máxima hasta la fecha para ese período. Las previsiones para las próximas horas no ven fin a la lluvia y el peligro de desbordamiento entre las presas de la región es patente.

El Centro de Gestión de la Movilidad de Madrid, un órgano municipal que hace seguimiento de la situación del tráfico, ha informado esta tarde de otro accidente que ha llevado al corte de un carril en la M-30, generando retrasos en hora punta. El temporal ha dejado incidencias por las lluvias en 87 municipios de la Comunidad de Madrid y se mantiene la precaución en las cuencas del Jarama, Lozoya, Guadarrama, Alberche, Tajuña y Henares, tal y como ha informado este jueves la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso.

En un pleno en la Cámara de Vallecas, la dirigente madrileña ha reconocido que este es el episodio climatológico más severo en décadas y ha llamado a la precaución, pues lo habitual ante la acumulación de agua es que crezca el caudal de los ríos y esto agrave las consecuencias para la población. En la misma línea se manifestaba recientemente el alcalde de la capital, José Luis-Martínez Almeida, que este miércoles también pedía cautela a los ciudadanos que tuvieran que circular por las inmediaciones del río Manzanares, entre Mingorrubio y el Puente de los Franceses, un punto rojo en el mapa de las inundaciones. La zona encauzada de Madrid Río no corre peligro, en principio.

La empresa pública que vela por la gestión hídrica en la Comunidad, el Canal de Isabel II, y los servicios de Emergencias 112 continúan trabajando para actualizar la situación de los embalses o incidencias en el territorio madrileño. No obstante, las actuaciones hasta el momento no han sido a gusto de todos.

Varios colectivos ecologistas o dedicados a la protección de la naturaleza autóctona han reprochado a las administraciones públicas que culpen a las crecidas fluviales de los destrozos cuando, a su juicio, los ha causado su “mala planificación urbanística” de los últimos 40 años: “Las crecidas aportan gravas y arenas necesarias para la dinámica fluvial, eliminan los sedimentos del fondo, ocupan la llanura de inundación o ayudan a los peces a remontar los ríos para la freza”.

La denuncia conjunta llega tanto de organizaciones de impacto nacional como Ecologistas en Acción, hasta otras más localizadas adheridas a la Plataforma Ecologista Madrileña. Según la legislación vigente, ninguna nueva edificación o infraestructura pública puede construirse en zona inundable. El artículo 28 de la Ley del Plan Hidrológico Nacional también obliga a la retirada de las construcciones en situación de riesgo.

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